Estas aparecen debido al comportamiento hormonal que se presenta en la mujer durante el embarazo, por ello, es posible que algunas mujeres presenten manchas en la piel, generalmente de color café y forma irregular.
Esta situación se conoce como melasma (hiperpigmentación de la cara) o cloasma (máscara del embarazo) y, “según los estudios, entre el 50 y el 70 por ciento de las gestantes se ven afectadas por esto”, asegura el cirujano plástico Juan Carlos Marciales.
“Desafortunadamente, también pueden inducir a que las células que producen la melanina en la piel trabajen más y se aumente la pigmentación de las áreas fotoexpuestas, principalmente la cara”, explica la especialista en dermatología Mónica Paredes.
Y aunque en la mayoría de los casos estas pueden desaparecer espontáneamente, también existe la posibilidad de que permanezcan por varios meses o años. Hasta un 30 por ciento de melasmas son persistentes aún 10 años después de haber ocurrido, según muestran los estudios.
¿Cómo combatirlas?
Cuando se trata de las manchas oscuras en el contorno de la cara, el cirujano plástico Ernesto Andrade explica que aparecen, sobre todo, en la frente, los pómulos, la nariz y el mentón, adoptando la forma de una máscara de un color más oscuro que el del tono de la piel. Empiezan a presentarse entre el segundo y tercer trimestre de gestación, período en que la hormona melanoestimulante se encuentra en sus niveles más altos.
“Por lo tanto, se deben incrementar los cuidados con el fin de ayudar a que las manchas no sean muy oscuras.
Algunos de ellos son: Utilizar bloqueador solar de alta protección -SPF- 60 y aumentar su uso diario, preferiblemente aplicarlo cada 4 horas. Mantener hidratada la piel con una crema hidratante de buena calidad, retirar el maquillaje antes de dormir y realizar una limpieza adecuada del rostro. Cuando se exponga al sol usar gorras, sombreros o sombrillas para protegerse de los rayos solares. Mantener una alimentación balanceada y tomar suficiente líquido. Siempre es recomendable consultar a su ginecólogo o equipo de control prenatal”, explica el especialista en una de sus columnas de la revista ABC del Bebé.
Después del embarazo
En algunos casos las áreas oscurecidas poco a poco desaparecen unos meses después del parto cuando se nivelan las hormonas, sin embargo en la mayoría de mujeres éstas quedan visibles dando un aspecto envejecido. Lo primero que debe hacer antes de alarmarse es acudir a un profesional calificado que le diagnostique, de manera acertada, el tipo de lesión y el tratamiento médico estético adecuado.
En el caso que las manchas sean superficiales una crema despigmentante formulada por su Cirujano Plástico junto con una hidratante y un buen protector solar son la opción. Pero cuando son profundas se debe recurrir a un tratamiento complementario como el láser.
Los cuidados esenciales de la piel para después del embarazo son: aplicar protector solar a diario en la cara, cada cuatro horas, así la mujer no se vaya a exponer al aire libre. Además, se pueden reforzar las medidas con el uso de gorras, viseras o sombrillas cuando hay exposición al aire libre o el sol es muy intenso. “Sin embargo, cuando aparecen, es necesario acudir al especialista para que las evalúe, inicie el tratamiento adecuado y haga algunas recomendaciones a propósito de su cuidado”, añade la especialista.
De la misma manera, es necesario estar atento del resto de la piel, pues según explica el cirujano plástico Juan Carlos Marciales, las manchas no solo aparecen en la cara, también pueden hacerlo en las areolas, los pezones, el ombligo y la barriga.
Como ya se explicó, el tratamiento inicial consiste en despigmentar la piel mediante cremas y el uso de protección solar. Ahora bien, cuando se trata de casos severos, como segunda opción se puede emplear el láser; por supuesto, acompañándolo de protector solar y cremas. Es importante tener en cuenta que aunque las manchas se hacen evidentes durante la gestación, los especialistas recomiendan que las madres esperen hasta que hayan terminado de lactar para someterse a este tipo de tratamientos, pues incluso las cremas de uso externo podrían pasar a la leche materna y afectar al bebé.