Antes de los 8 meses, el bebé es considerado un ser indefenso y frágil. A partir de esa edad, es un pequeño muy activo que intenta bajarse de la cama para explorar qué hay más allá del lugar donde generalmente permanece.
Aunque es un avance positivo en el desarrollo mental y de sus habilidades, es importante que se le enseñe a manejar este tipo de destrezas para que no se lastime.
Cuando el bebé se percata de la capacidad de sus extremidades, comienza a utilizar la fuerza de sus brazos y piernas para desplazarse. Sin embargo, la sicóloga infantil Sandra Santacruz advierte que a esta edad, los niños aún no han desarrollado la noción del peligro y es probable que experimenten algunos golpes.
“La percepción de profundidad no está elaborada todavía; por lo tanto, es probable que se lancen de frente al vacío”. Por eso, se debe evitar a toda costa descuidar al niño mientras permanece en la cama o en un lugar alto.
La sicóloga agrega que es positivo que los padres animen al pequeño para que continúe su descubrimiento.
Ángela Luna, mamá de Tomás, de 8 meses de edad, sigue al pie de la letra las recomendaciones de su pediatra poniendo al pequeño boca abajo en el borde de la cama, mientras ella, acurrucada en el piso, lo toma por la cintura y lo anima a bajar. Esto ayuda a evitar que se lesione y contribuye a desarrollar su motricidad, autonomía y confianza.
Por su parte, Astrid Medina, especialista en ortopedia infantil, enfatiza sobre la importancia de ser precavidos y cuidadosos, debido a que las fracturas más comunes de los niños en el hogar suceden como consecuencia de la distracción de los papás.
“El niño se puede caer incluso desde el regazo de su madre, mucho peor si se deja en la cama sin atención”, afirma la especialista.
La forma correcta
Si la madre intuye que el pequeño quiere bajar, debe estar atenta y arrodillada en el piso mientras el menor está boca abajo, en el borde de la cama, para que éste se deslice lentamente.
Al niño se le debe insistir con paciencia y delicadeza, de esta manera entenderá que quien lo cuida es también cómplice de su travesía. Se debe seguir motivando al bebé para que él siga descubriendo el mundo que lo rodea y del cual ya no se siente ajeno, pero que no conoce sus límites y riesgos que lo rodean.
Es favorable impulsar todos los movimientos del bebé, pues contribuye a su desarrollo motor y le enseña a desenvolverse por sí mismo. Es importante agregar frases como: “lo estás haciendo muy bien”, “ves qué fácil es”. Así, el niño irá adquiriendo confianza.
Tenga en cuenta
Cuando el bebé llega a los 8 meses, aproximadamente, va a querer conocer, a través de sus sentidos, el mundo que lo rodea. Para que esta etapa no se convierta en un peligro, los padres deben garantizar un ambiente seguro para su hijo, dentro y fuera de casa.
Para esto:Tener camas bajas,no tan altas, que le permitan al bebé aprender con facilidad.No descuidar al pequeño ni siquiera un segundo mientras permanece sobre una cama.Evitar las camas de bordes duros o puntiagudos.Del estímulo y la motivación de los padres depende que el niño continúe explorando el mundo.
Ana María Piñeres