¿Es usted uno de los padres que utilizan el
tiempo libre de su hijo para dejarlo viendo televisión, prenderle el computador o que se divierta con un Xbox? Si está dentro de esta lista, debe cambiar inmediatamente sus pautas educativas, porque el tiempo libre de los niños debe ser empleado en aficiones que sirvan de complemento para su desarrollo y educación.
Hoy en día, existe una gama de posibilidades para los menores. Los deportes de conjunto e individuales; la música, la pintura, el teatro, la cocina, la ciencia y la magia entran en la categoría de pasatiempos para mayores de 4 años.
Antes de esta edad, los niños tienen preferencias mas no aficiones. En esta etapa, los padres juegan el papel fundamental de observadores y educadores. Primero deben exponerlos a distintas actividades, ya sea en el jardín infantil, en talleres especiales o en la casa.
A medida que el niño entra en o con cada experiencia, los padres serán los encargados de darse cuenta de las preferencias de su hijo, de la afinidad y del desenvolvimiento que tiene en cada una de ellas. Por ejemplo: si a su hijo le gusta la motricidad, usted debe incentivarlo y aproximarlo a varios deportes.
Pero ojo. Es importante que los pasatiempos se desarrollen en medio del
juego, es decir, que sean lúdicos mas no competitivos. Paula Bernal, sicóloga en desarrollo infantil, dice que los padres no deben buscar en sus hijos menores de 4 años la perfección ni los trofeos.
“El objetivo de los hobbies es que el pequeño disfrute de su actividad preferida y se aleje de su rutina escolar y familiar. Los padres no pueden esperar de sus pequeños un récord en atletismo o un genio del piano”.
Recuerde que usted siempre es el ejemplo de su hijo. En este caso, debe enseñarle que las aficiones no son un interés repentino sino de constancia, perseverancia y disciplina. Y que primero está su responsabilidad como estudiante.
Como todo un campeón
A partir de los 6 años de edad, los menores empiezan a comprender el significado de competencia. Ellos pueden, por voluntad propia, consolidar los pasatiempos siendo conscientes de que exigen disciplina, sacrificio y responsabilidad.
Los padres también necesitan tener en cuenta que si el niño deja una actividad determinada deben comprenderlo y no generar en él ninguna frustración. Si lo que quiere el niño es cambiar de práctica, usted puede estar seguro de que no se trata de una pataleta sino de una propuesta firme.
Ser orientador
Sírvales de guía a sus hijos. Propicie en su casa el ambiente cultural o deportivo; de esta manera, será mucho más viable que el menor se interese por alguna actividad.Organice un espacio donde pueda hacerla. Al pequeño lo incentiva un rincón de la casa con varios materiales lúdicos dispuestos para él.Comparta sus aficiones con sus hijos. Si a usted le gusta algún deporte, practíquelo con ellos.No pretenda que su hijo haga lo que a usted le guste o lo que no pudo ser. Él escoge sus aficiones.No permita que los pasatiempos absorban al menor. Si el niño no quiere continuar con la clase, debe respetar su decisión.Recuérdele que él tiene la responsabilidad escolar y que su afición es una actividad más.
BeneficiosUna afición permite que los niños se autodescubran.Enseña a establecer metas y objetivos.Aprenden a tomar decisiones y a solucionar problemas.Ayudan a fortalecer la formación intelectual y social.Fomentan la disciplina y el sacrificio.Permiten más habilidad para la creatividad.Estimulan la superación personal.En los deportes de equipo, aprenden a respetar las reglas y a trabajar en grupo.Se fomenta el compañerismo y la responsabilidad.Los padres reconocen las fortalezas de sus pequeños.