Un equipo de investigadores de la Maestría de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia, U.N., analizó la autoeficacia o motivación para la práctica de actividad física de 120 niños, de 7 a 10 años, de un colegio distrital de la localidad de Los Mártires (Bogotá).
Ángela Lucila Barrios Díaz, estudiante de la maestría, con énfasis en salud cardiovascular, explica que este proyecto surgió de la problemática mundial del sobrepeso, la obesidad y su relación con el sedentarismo infantil, así como los factores que están influenciando la poca actividad física que realizan los niños y que incrementan las cifras de este fenómeno.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2010, 4,3 millones de niños presentaron sobrepeso y obesidad infantil, de ellos la tercera parte se encuentran en países en desarrollo, por ejemplo Colombia. El 30 % de estos niños ya presentan algún factor de riesgo cardiovascular.
Por otra parte, la Encuesta Nacional de Situación Nutricional en Colombia (Ensin), mostró que en el 2010, alrededor del 17 por ciento de los niños colombianos en edad escolar presentaban sobrepeso u obesidad.
“Mi objetivo fue medir el nivel de autoeficacia (concepto de motivación y confianza) y describir los aspectos que afectan la motivación en los niños”, menciona Barrios Díaz, quien agrega que existe una serie de factores en los infantes, en su relación con la familia, el colegio y su entorno, que le están generando barreras.
En evidencia
El estudio que se dividió en tres categorías encontró, por ejemplo, que la mitad de los niños presentaron dificultades para la superación de barreras (una de las categorías), debido a que se evidenciaron vivencias de maltrato escolar o bullying.
Otro de los aspectos hallados fue el de las barreras de género, que en este caso, afectan sobre todo a las niñas, quienes manifestaron no querer realizar algunas prácticas de actividad física, como el fútbol, porque son estigmatizadas y tildadas de niños o “machitos”. Asimismo, se puede encontrar la actividad física como castigo, es decir, niños que son obligados a hacer ejercicio por alguna falta cometida.
La segunda categoría es la expectativa de habilidad o competencia. En este sentido, los niños que mostraron un bajo nivel o motivación, tuvieron en común algún problema físico que no les permitía sentir que tenían alguna habilidad para el deporte.
Por último, en la categoría de búsquedas alternativas positivas, se encontró un aspecto común que fue el rol de la familia, es decir, niños que afrontan situaciones de soledad. En tal sentido, señala la estudiante participante en la investigación, que se puede dar una motivación por parte de la familia para que el niño realice algún deporte o actividad, pero por otra parte, esto se puede convertir en una barrera, ya sea por tiempo, o por separación de sus padres, o porque los niños permanecen solos.
Gracias a este estudio se construyó un modelo convergente y bidireccional de la actividad física del niño, que integra las fuentes de autoeficacia (lo que el niño escucha, observa, hace y siente al practicar actividad física), con su realidad o entorno (familia, escuela, amigos, lo social y cultural).
A partir de estas fuentes y de los resultados del trabajo de investigación se podrán formular propuestas y modelos de salud orientados a las particularidades de los niños colombianos, para identificar qué factores los influencian positiva o negativamente y que pueden ser trabajados desde la escuela, la familia y la sociedad.