Mientras Bogotá, y gran parte del país, atraviesa la temporada seca del año, las alarmas se volvieron a encender por los niveles críticos que podrían alcanzar los embalses del sistema Chingaza. Así lo advirtió la Personería de Bogotá, que a través de un informe alertó que en marzo los embalses podrían estar por debajo del 30 por ciento de su capacidad.
El ente de control explicó a través de un informe conocido por Noticias Caracol, que las pocas lluvias de los últimos días podrían afectar el abastecimiento normal de la ciudad.
Chingaza Foto:Empresa de Acueducto de Bogotá
El descenso en el nivel de los embalses Chuza y San Rafael, pertenecientes al sistema Chingaza, es un signo de preocupación para la Personería, que advierte puede empeorar por los próximos meses.
"Estos son niveles históricos muy bajos. Es necesario revisar el tema de aguas subterráneas desde el Distrito, revisar los estudios que ya se han realizado en el pasado e iniciar una serie de acciones que permitan ya tranquilizar a la ciudadanía", dijo Andrés Castro, personero de Bogotá, a Noticias Caracol.
El estudio realizado por el ente refleja que el 1 de diciembre del año pasado el embalse San Rafael se encontraba en 91 por ciento, pero el 12 de enero llegó al 73 por ciento. Es decir, hubo una reducción del 18 por ciento en tan solo 43 días.
Nivel de los embalses superó la barrera del 50 %. Fotos del 12 de noviembre. Foto:Diego BAUMAN. Acueducto
Por su parte, el embalse de Chuza se encontraba el 1 de diciembre en 41 por ciento, mientras que con corte al 12 de enero su nivel es del 37 por ciento, es decir una reducción del 4 por ciento en casi siete semanas.
Para la Personería este escenario revela la urgencia de tomar medidas más contundentes para garantizar el abastecimiento de agua para los bogotanos. El ente de control señala que ese descenso del 18 por ciento equivale al agua que se consume en Bogotá durante dos semanas.
La proyección a futuro es lo que enciende las alarmas de la entidad, pues estima que para marzo se alcanzarían niveles cercanos al 20 y 30 por ciento en los embalses de Chuza y San Rafael.
Así se ve el nivel de desabastecimiento en el embalse de Chuza, cerca a Bogotá. Foto:Alcaldía de Bogotá
"Es una preocupación por el constante descenso de la tasa. Con las tasas que hoy se vienen teniendo tanto de Chuza como de San Rafael, finalizando marzo la proyección que se tiene por parte del grupo que nos acompaña a la Personería es que Chuza puede estar por debajo del 20 % y San Rafael muy cerca del 30 %", explicó Castro.
No obstante, para la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), esta situación es "normal".
"La tendencia decreciente en estos meses es normal. Es lo que siempre sucede en esta época del año en el sistema Chingaza. Más o menos desde noviembre hasta marzo, las afluencias disminuyen considerablemente. No está pasando nada distinto", dijo Natasha Avendaño, gerente de la EAAB.
Así están los embalses en la primera semana de 2025. Foto:Acueducto de Bogotá
Y es que el escenario que se está viviendo en la actualidad en los embalses de Chingaza, es mucho mejor que el que se veía hace un año. De acuerdo con la entidad, en comparación con enero del 2024, hoy hay 21 millones de metros cúbicos de agua más para el consumo de los bogotanos.
Este dato ofrece un panorama más estabilizador para la entidad, pues la decisión de mantener el racionamiento en estos meses contribuiría a que el nivel de Chingaza disminuya más lentamente y se pueda atravesar la temporada seca sin mayor problema de abastecimiento.
De hecho, para abril del año pasado, mes en que inició el racionamiento en Bogotá, este sistema alcanzó niveles de hasta el 14,9 por ciento, número que se aleja significativamente del estado actual de los embalses.
Embalse San Rafael del sistema Chingaza Foto:Archivo EL TIEMPO
Precisamente en ese mes es cuando regresaría, según las proyecciones del Acueducto, el ciclo hidrológico y las lluvias.
Por esta razón, la Empresa fue enfática en que, además de que es normal debido a la tendencia histórica, se ha venido trabajando en el último año para disminuir el estrés hídrico de Chingaza.
"Históricamente la planta Wiesner en Chingaza le daba el 70 por ciento del agua a Bogotá; la planta de Tibitoc, el 26 por ciento; y El Dorado, el 3-4 por ciento. Hoy, estamos con cerca del 46 por ciento proveniente de Tibitoc y más o menos un 49 por ciento de Wiesner, lo que disminuye la producción precisamente para garantizar que Chingaza no tenga tanta presión y pueda recuperarse", detalló Avendaño.
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