La historia del castillo de Bochica, la casa del Salto del Tequendama
Este era un lugar de lujo donde la élite colombiana hacía sus fiestas. Historias de nuestro archivo.
En el hotel Refugio del Salto, ubicado frente al salto del Tequendama, a las afueras de Bogotá, aseguran que hay espantos. La casa, inaugurada en 1924 por una firma alemana y se dice que los supuestos fantasmas que rondan el lugar son personas de esa época, que murieron tras sostener fuertes peleas en el bar ubicado en el segundo piso. Foto: Milton Díaz / EL TIEMPO
Al lado de una de las cascadas más grandes de Colombia, el Salto del Tequendama, se encuentra una gran casa que un día fue la protagonista de historias y leyendas de terror. Sin embargo, hoy en día buscan cambiar su imagen y posicionarla como un bien de interés cultural del país.
Este lugar se encuentra ubicado en el municipio de Soacha, aproximadamente a 30 km del suroeste de Bogotá.
María Victoria Blanco, directora ejecutiva de la Granja Ecológica El Porvenir, en una entrevista con el portal ‘Metro cuadrado’, dijo que este imponente castillo es una obra del arquitecto Pablo de la Cruz que fue construida entre 1923 y 1927.
(Esta historia se publicó originalmente en marzo del 2022)
Su diseño se le atribuyó a Carlos Arturo Tapias y su decoración es de una típica casa del estilo republicano, la cual tiene una gran influencia sa. Esta gran edificación tiene aproximadamente 1.470 metros cuadrados y anteriormente era conocida como el ‘Castillo de Bochica’.
En 1928, el castillo solía ser un punto estratégico para ver la cascada. Además, era usada como una estación de tren.
“Entonces en aquel tiempo surge como una necesidad hacer un hospedaje. El presidente de la República, en ese entonces el general Pedro Nel Ospina, decidió emprender la construcción que abrió sus puertas al público en 1928”, afirmó Blanco.
El lujoso castillo tenía 5 pisos, 10 habitaciones y unos cuantos baños compartidos. En ese entonces, este lugar era el centro de fiestas y reuniones de la alta clase colombiana y, al ser un lugar prestigioso, todos debían ir de traje y vestido de gala.
El comienzo de las historias de terror
A mediados del siglo XX, el castillo tuvo que cerrar porque el Estado ordenó que se vendiera la estación del tren. Tiempo después, en 1940, se inauguró el Embalse de Muña y la hidroeléctrica el Charquito. En paralelo, la población de Bogotá crecía cada vez más y, al estar represadas las aguas del río de la ciudad, el cuerpo de agua se contaminó.
A partir de ese momento, las personas vieron el Salto del Tequendama como un lugar para tener una muerte segura, no solo por su altura de 157 metros, sino por lo tóxica que eran sus aguas. Poco a poco, este lugar fue tomando el nombre del ‘lago de los muertos’, según aseguró Blanco
Y así este castillo, que en un momento era un sitio de lujo, perdió su atractivo turístico. A mediados de los años 80, la propiedad fue vendida y funcionó como un restaurante por un tiempo. Pero al paso de los años, en 2009, quedaría abandonada.
La increíble historia de la Casa del Salto del Tequendama Foto:Camilo Rahirant
Aunque las personas seguían yendo al castillo, lo hacían para cometer actos vandálicos o rituales espirituales. Hasta en una ocasión fue incendiada poniéndola en riesgo de que colapsara, contó Blanco.
Una nueva oportunidad
Ahora, se quiere dar una nueva oportunidad a este lugar y por esto La Granja Ecológica el Porvenir adquirió el bien y decidió restaurarlo.
La iniciativa es apoyada por la Universidad Nacional de Colombia, la Embajada sa en Colombia, la Agencia sa de Desarrollo y la Unión Europea, la cual donó 300 mil euros, es decir, 1,2 mil millones de pesos colombianos.
En este proyecto participó el ingeniero Luis Guillermo Aycardi y la arquitecta Claudia Hernández. El 20 de septiembre de 2018, el Ministerio de Cultura declaró el lugar como “Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional”.
Según una historia que se publicó en EL TIEMPO en 2003, el vigilante de entonces, José Pareja, contaba que sentía que lo vigilaba un hombre sin cabeza. Además, afirmaba que se escuchaban murmullos y música. Foto:Héctor Fabio Zamora / EL TIEMPO
Otros proyectos en la zona
En los últimos días el alcalde de Soacha, Juan Carlos Saldarriaga, anunció que busca construir un puente de cristal sobre el Salto del Tequendama. El mandatario contó que la obra tiene como objetivo posicionar a la región como un atractivo turístico internacional y reactivar la economía.
Además del puente, se planea crear teleféricos, hoteles y un parque temático. Este puente conectaría con el mirador del cerro oriental de la cascada. Se desconoce si afectaría al ‘Castillo de Bochica’.
Así se vería el puente en el Salto del Tequendama. Foto:Acaldía de Soacha
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