Faltan pocas horas para que Jaime Enrique Saade Cormane llegue a Colombia fuertemente escoltado en su proceso de extradición desde Brasil.
Se espera, según lo que han dicho las autoridades colombianas e internacionales, que este sujeto llegue sobre el medio día de este 11 de abril en un vuelo comercial hacia Bogotá.
Nancy Mestre y Jaime Saade. Foto:Archivo EL TIEMPO
En seguida se le harán un par de exámenes, y según la información suministrada, luego de unas horas será trasladado en la tarde de este jueves hacia Barranquilla.
Jaime Sade cumplirá la condena en este país por el abuso sexual y asesinato de Nancy Mestre, hechos que sucedieron el 1 enero del de 1994.
Hasta el momento se desconoce en qué centro penitenciario estaría cumpliendo su condena, pero se espera que sea en la penitenciaria de El Bosque.
Jaime Saade en su extradición desde Brasil hacia Colombia. Foto:Cortesía Mercado de Contenido
El caso
Cuando el reloj marcó la medianoche, Nancy Mestre celebró con su familia y sobre la 1:00 a. m. Jaime Saade llegó a recogerla. Antes de que salieran, Martín le pidió al hombre que la cuidara, no sin antes recordarle que tenían permiso solo hasta las 3:00 a. m.
Sobre las 6:00 a. m. del 1° de enero de 1994, Martín, padre de Mestre, se despertó con una corazonada, su instinto de padre le dijo que algo andaba mal. “Yo salí a buscarla por todos los sitios en los que podría estar. Salí desesperado”.
Yo salí a buscarla por todos los sitios en los que podría estar. Salí desesperado
Al llegar a la casa de la familia Saade, Martín encontró a la mamá de Jaime trapeando el piso. “Como estaba oscuro, yo no me di cuenta de que había sangre y luego me di cuenta que era de mi hija”, narra.
Así lucía Jaime Saade en 1994 cuando se hizo un prófugo de la justicia por el asesinato de Nancy Mestre, en Barranqulla. Foto:Archivo particular
Cuando pidió una explicación sobre lo que había ocurrido dentro de la vivienda, la mujer solo supo responder que Nancy había sufrido un accidente y que se encontraba en la Clínica del Caribe.
Con el corazón en la mano, Martín condujo hasta ese lugar y allí se encontró con una imagen devastadora: su hija estaba siendo operada porque le dispararon en la cabeza.
Las enfermeras le informaron que había llegado completamente desnuda, cubierta con una sábana, "con rastros de arena y algunas plantas, como si la hubieran echado al monte".
La situación era desgarradora y Martín se llenó de angustia al saber que la vida de su hija pendía de un hilo.
Cuando volví a la clínica con mi esposa, él ya no estaba, se había ido
Este era solo el comienzo de una odisea que le ha tomado toda su vida. ¿Qué había pasado en las horas en las que Nancy salió de su casa?, ¿quién le disparó?, ¿por qué no le avisaron lo que había pasado?, ¿dónde estaba Jaime?
Precisamente esa última pregunta le rondaba una y otra vez, porque mientras su hija se debatía entre la vida y la muerte, ese hombre al que había visto poco más de dos veces, y que en ese momento no sabía que le llevaba unos 10 años a Nancy, estaba desaparecido.
"Cuando volví a la clínica con mi esposa, él ya no estaba, se había ido", recuerda Martín.
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