Ener Julio, el excampeón mundial de boxeo, llegó al barrio Normandía de Soledad, contiguo a Barranquilla, hace casi dos décadas. Había muchas mujeres embarazadas que con el tiempo parieron y algunos de esos muchachos ya murieron, al tomar el mal camino.
Desde su llegada, él aconsejó a muchos chicos a ir por el sendero correcto, alejado de los vicios. Pero hace casi dos años decidió hacerlo con una herramienta que conoce casi a la perfección: el boxeo.
El gimnasio es rudimentario, pero Ener le pone todo el amor en sus pupilos. Foto:Vanexa Romero - EL TIEMPO
Yo los motivo: les digo que en vez de estar a merced de las tentaciones por lo malo, el boxeo es buena opción
Desde el 20 de julio de 2021 abrió el Club de Boxeo Ener Julio, en la esquina de la carrera 17 con la calle 49, un sector muy popular de la extendida Soledad.
Ese club es un escenario al aire libre, en un solar que está planeado para construir un parque. Allí, en el suelo improvisa un cuadrilátero, pone las bases para los sacos y para una pera y, todas las tardes (de 4 a 6:30), de lunes a viernes, enseña los secretos que aprendió y que lo llevaron a ser el mejor púgiles aficionados de Colombia en 1993 y campeón de las 140 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), en el 2000.
“Comencé con siete aprendices, hoy cuento con 19, entre hombres y mujeres, y ya tenemos un subcampeón nacional juvenil, Daselandro Morales (81 kilogramos)”, afirma Ener.
En el grupo hay otros con clase. Darwin Palencia tiene 13 años y marca de 3-0, peleando en los 42 kilogramos. “Tiene chispa”, dice el excampeón.
Con 14 años está Vladimir Garizabalo, de los 34 kilos, que también exhibe clase.
Hay uno mayor, Mauricio Jaramillo, peso welter, que “lo estamos preparando para cosas buenas”.
Ener cuenta con el apoyo técnico de Andrés Miranda, vecino del sector, y de las amas de casa cerca a solar, que le permiten guardar los implementos en cualquier lugar.
“Aquí llegaron de las secretarías de Deporte y Gobierno de Soledad para ofrecer ayuda, pero jamás regresaron”, dice, el ahora entrenador que cuando llueve no entrena: el lugar no tiene techo y el terreno se convierte en un barrial.
Varios de los muchachos caminan kilómetros para llegar cada tarde a recibir las clases de boxeo de Julio.
“Yo los motivo: les digo que en vez de estar a merced de las tentaciones por lo malo, el boxeo es buena opción. Les digo que hay riesgo, pero con talento y/o preparación se puede salir adelante. No toman el mal camino y pueden ser visibles ante la sociedad”, remata Ener, que no recibe sueldo por su labor, solo la colaboración de quién pueda.
Apoyo de firma Bioguard
La firma Bioguard, de José Cano, entregó implementos y uniformes a los chicos del club.
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