El excapitán de Barcelona y de la selección España, solo visto por los porteños del Pacífico colombiano en los álbumes de los Mundiales, llegó con una sonrisa y un mensaje de futuro.
A unos niños y niñas de un sector popular de Buenaventura les mostraron la fotografía de Carles Puyol, con su cabellera rizada y larga. Algunos lo identificaron y otros no lo habían visto.
Muchos no creyeron que viniera. Pero la algarabía marcó la llegada de ese hombre de 1,78 de estatura, que en Barcelona fue capitán y se llevó una veintena de títulos como la Supercopa o la Copa del Rey.
El mismo que con la Selección de España fue campeón de Europa en 2008 y campeón del Mundo en 2010.
Venía de camiseta amarilla, pantaloneta azul y zapatillas. Por allí se pegó sus carrerones y algún taquito, contaron.
Los habitantes del barrio Miramar y otros sectores llegaron a ver a Puyol, quien se vio rodeado de niños y niñas alrededor del balón.
No había uniformes, pero sí ese entusiasmo de correr por una banda de ese terreno de tierra, sin demarcación, pero con una malla para gritar goles.
Niños y niñas, con tenis o chanclas, corrieron al lado de un ídolo deportivo que repartió saludos y abrazos.
La visita de Puyol es una iniciativa de la Fundación Barca que a partir de 2021 amplió su presencia en Colombia.
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