Dos caras opuestas: la Alcaldía de Cali y los dueños del proyecto para convertir el antiguo claustro religioso La Sagrada Familia en un hotel con un centro comercial, en el oeste de la ciudad.
Este es uno de los colegios más antiguos de la capital vallecaucana que en ese corazón del barrio El Peñón se gestó en 1907. Transcurrió un siglo hasta 2013 para pensar en un proyecto que le pudiera atraer empleo a la ciudad con un hotel y un centro comercial.
Las hermanas de la Providencia y de la Inmaculada Concepción aceptaron la propuesta de venta a quienes se idearon la iniciativa para iniciar esta transformación.
Fue en ese 2013 que parte del costado trasero del colegio La Sagrada Familia desapareció para que allí se iniciara el cambio deseado por los nuevos dueños, la firma Jero SAS que anunció en ese año una significativa inversión para abrir el hotel y el centro comercial.
En ese 2013 se tramitó una licencia de construcción y en 2014 se arrancó obra, de acuerdo con información de la Subsecretaría de Patrimonio de la Secretaría de Cultura de Cali.
La dependencia es la responsable de la preservación de la arquitectura considerada patrimonio para la ciudad y la Nación.
La edificación del antiguo La Sagrada Familia es un patrimonio de conservación tipo 2, como aparece consignado en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), de Cali. Velar por su cuidado depende directamente del Distrito.
Pero desde entonces se generó un rifirrafe entre las alcaldías de turno y los dueños del terreno. La razón, de acuerdo con Patrimonio de Cultura de Cali, 3.386 metros cuadrados que estarían de más en la parte trasera del claustro y afirmaciones de que la estructura superó los cinco pisos permitidos con dos sótanos.
Ahora, el secretario de Seguridad de Cali, Carlos Soler, indicó que lo que está demás debe ser demolido y que así consta en una orden fijada el 16 de noviembre de 2018. Ya el 5 de mayo de 2015 se había ordenado suspender la construcción.
Según los dueños del lugar, presentaron modificación de la licencia en 2017 pero no fue aprobada por las entonces secretaria de Cultura de Cali, Luz Adriana Betancourt, y la directora de Planeación municipal, María de las Mercedes Romero. Ambas enfrentaron un proceso en la Procuraduría por tal decisión y en 2021, el caso fue cerrado a favor de las exfuncionarias.
Soler dijo que la demolición debía cumplirse y no se hizo, y ahora el municipio podría enfrentar una demanda por más de 60.000 millones de pesos. Así mismo, según la Subsecretaría de Patrimonio Distrital, la única licencia hasta el momento en la obra sería la de 2013.
"Esta orden se tendría que cumplir porque lo que está en riesgo para la Alcaldía de Cali es una demanda istrativa por más de 60.000 millones de pesos, estando próxima a cumplirse la caducidad de la acción, es decir, la pena por no haber ejecutado la resolución de noviembre del 2018”, dijo Soler.
Pero el abogado de los dueños, Hernando Morales, aseguró que eso no es cierto y que la licencia modificada en 2017 tuvo aprobación.
Sostuvo que vinieron silencios istrativos positivos del distrito, tomados como favorables en el proceso. Morales dijo que ya lo que se tenía que construir se hizo y solo quedarían arreglos de pintura.
Aseguró que el 85 por ciento planteado en obras no se hizo. Por ello, afirmó que lo que habría que demoler está ‘en el aire’.
"Es un acto irresponsable. El secretario solo busca el tema mediático. El fallo en ninguna parte dice eso, el fallo no ordena nada y él no tiene facultades para decir lo que está diciendo. El secretario Soler dice que hay procesos, pero el proceso no ha terminado. ¿Dónde dice que se construyó demás?", aseveró el abogado Morales.
No obstante, Soler mencionó órdenes judiciales que le darían la razón a la Alcaldía para que parte de la edificación trasera sea eliminada, citando decisiones del Juzgado 11 istrativo de Cali y del Tribunal Contencioso istrativo. Al tiempo, se encendieron las alarmas por la conservación de lo que sigue en pie en el viejo predio.
A los llamados de la Sociedad de Mejoras Públicas y de integrantes de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, regional Valle, se sumaron los de la Personería de Cali y del Concejo para evitar daños en el patrimonio.
“El abogado del proyecto presenta una modificación a la licencia y hace una solicitud para el concepto de Patrimonio para modificar. La radicaron en 2019. Esa solicitud fue a la Curaduría, esta pidió a Patrimonio y preguntó: ¿Hay concepto favorable? Y Patrimonio contestó: No hay. ¿Qué dijo la Curaduría? No hay licencia”, informaron en Patrimonio. Ante los silencios istrativos, para la Alcaldía, “son válidos, si no se violan normas urbanísticas”.
‘Se habían autorizado 18.207 metros para la construcción del Sagrada Familia en Cali’
Para la Sociedad de Arquitectos, regional Valle, hay preocupación por el valor patrimonial y los cambios con un hotel y un centro comercial, que incluían un centro de convenciones, un supermercado y salas de cine para 80 personas.
En un principio se habrían autorizado 18.207 metros cuadrados y el área construida en 2019 sumó 21.594 metros cuadrados, según la Alcaldía de entonces. Los cambios fueron revisados en 2016 por Planeación de Cali. En 2017 se suspendieron los trabajos.
Según los dueños del terreno, la inversión ya superó los 75.000 millones de pesos.
Las directivas del proyecto han reiterado que habrá progreso para Cali con más empleo, la llegada de firmas y se está recuperando el patrimonio.
El director de Planeación local, Roy Barreras, ha sostenido que no se está buscando evitar el empleo ni proyectos que puedan atraer recursos, pero sí ha insistido en que se deben analizar todos los impactos.
CALI