Óscar Antonio Rojas Rodríguez fue a las instalaciones de Metrocali, en la antigua estación del ferrocarril, a pedir excusas por un acto de intolerancia, como él lo reconoció.
El caso se refiere a una disputa que hubo entre el taxista y el conductor de un bus del MIO con la ruta T31, el martes de esta semana. El incidente tuvo lugar en la calle 15 con carrera 5, en el centro caleño.
En esa reyerta, el taxista habría arrojado una piedra al masivo, de acuerdo con informes de Metrocali.
"Estoy apenado, lamento mucho y vengo a pedir disculpas (...) Somos más los buenos que los malos", dijo.
Estoy apenado, lamento mucho (...) Somos más los buenos que los malos"
"No es debido ni me justifica. Me dejé llevar por la situación del conductor del bus y reaccioné en un hecho de intolerancia. Vengo a dar la cara, no soy de esas personas, de esa clase, soy una persona trabajadora, vengo trabajando unos 12 o 13 años y me pasó esto por el momento que estamos viviendo. Tengo problemas personales, me acaloré y exploté de esta manera indebida por este hecho de intolerancia, vengo a dar disculpas, vengo a dar la cara", dijo el conductor de taxi.
"Reaccionemos bien cuando nos pase un hecho de estos, respiremos profundo y contemos hasta cinco para pensar porque estos hechos opacan la mancha amarilla", anotó el conductor al recomendar a otros colegas suyos evitar las confrontaciones.
Reiteró su deseo de ofrecer excusas y de asumir el arreglo del daño causado con la piedra contra el bus.
Djo que él no es agresivo, y que su familia y compañeros se mostraron preocupados.
Insistió en que la reconciliación, pedir excusas y el diálogo son la solución a la crisis que se vive en la actualidad.
El presidente de Metrocali, Óscar Ortiz, exaltó el gesto del conductor como un ejemplo de resarcimiento y de construcción de una sociedad mejor.
CALI