Todo tipo de reacciones ha causado un video de la Primera Dama de la Nación Verónica Alcocer, durante un conversatorio con comunidades indígenas wayús en el que aparece saboreándose uno hueso de chivo.
Con la naturalidad que la caracteriza Alcocer se lleva a la boca lo que sería un hueso de costilla y se lame los dedos, una y otra vez, sin ningún reparo, ante todos los asistentes mientras una de las personas interviene.
En la escena solo se aprecia a la Primera Dama comer, lo que sería un friche una comida típica de la etnia wayú, la cual estaría servida en una totuma, una vasija que se extrae del fruto del árbol de totumo.
El vídeo se ha hecho viral generando todo tipo de reacciones en redes sociales, algunos aseguran que “no le dejó ni al perro”, otros afirmaron “así es que se come el chivo con las manos, sabroso”, ¿Cuántos mercados llevaría para los niños? Se preguntaban otros.
Uno de ellos fue más allá diciendo “come delante de quienes aguantan hambre, pero agasajan a quien los visita brindándole hasta lo que no tienen”. Mientras que otro tanto criticó su falta de etiqueta.
Es de señalar que la Primera Dama de la Nación desarrolló hasta ayer jueves, una agenda de tres días bastante privada en diferentes comunidades indígenas wayú, en Uribia y Riohacha, en los que estuvo dialogando principalmente con mujeres.
En el corregimiento de Tawaira en el municipio de Uribia, se le vio acompañada del director de la primera infancia y Adolescencia del ICBF Álvaro González y de la directora de Prosperidad Social Cielo Rusinque.
En un vídeo que también generó críticas, Alcocer aseguró que la directora de Prosperidad Social “es la encargada de una de las entidades que nos va a colaborar en mirar cómo podemos nosotros llevar el mensaje a Bogotá y darle solución pronta a lo que ustedes crean que es la prioridad y que todos sabemos”.
Por sus palabras da a entender que llevará el mensaje al Gobierno y tratará de darle solución, cosa que no ha logrado aún el presidente a pesar de haber mostrado todo su interés en frenar las muertes de los niños y niñas wayú por desnutrición.
Lo que desalentó a las comunidades indígenas que ya están cansadas de recibir visitas durante los últimos siete años, entre estas, cuatro del propio presidente Gustavo Petro, para hablar de la misma problemática, cuando se le debe estar dando cumplimiento a la sentencia T-302 de 2017 que amparó los derechos fundamentales al agua, la salud y la seguridad alimentaria de los niños wayú.
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Eliana Mejía Ospino
Especial para El Tiempo
Riohacha