Como dice el dicho, Carlos Albán era un hombre que sabía de todo un poco. Prestó servicio militar durante la Guerra de los Mil Días, también fue médico, abogado, matemático, político, periodista, ingeniero civil y hasta policía.
Pero fue cuando estuvo actuando como cónsul de Colombia en Hamburgo que realmente crearía su mejor invento, uno que ni siquiera quedó en los anaqueles de la historia bajo su nombre: el Zeppelin.
Antes de que esta aeronave compuesta por globos con recubrimiento metálico pudiera enfrentarse a los vientos y cruzar por los cielos, el colombiano Carlos Albán, nacido en Asunción de Popayán, Cauca, hizo los cálculos matemáticos para que el artefacto pudiese volar.
Albán se volvió amigo cercano del conde Ferdinand Adolf August Heinrich Graf von Zeppelin, mejor conocido como Ferdinand von Zeppelin, durante su estancia en Alemania. Realmente, el conde no tenía conocimientos ni habilidades en matemáticas o física así que no habría podido idear una invención que es reconocida en el mundo entero por su nombre.
Carlos Albán fue quien realizó los cálculos necesarios de estructura y levitación que permitieron que de una idea surgiera una de las aeronaves más usadas en condiciones de guerra.
Un inventor reconocido en el mundo científico europeo
El payanés tenía, también, patentes en diversas partes del mundo. Washington, París y Alemania lo reconocieron como el padre de dos inventos: el reloj universal y el telescopio tricaóptico, por lo que cuando creó el dirigible, lo presentó ante el Gobierno colombiano en 1887 y solicitó su patente ante el Ministerio de Industria de la época.
El Graf Zeppelin hacía vuelos comerciales en los cielos suizos. Foto:Archivo de la Biblioteca Estatal de Zurich.
La patente 58 le fue asignada por una duración de 20 años y la mantuvo hasta 1888, cuando decidió, en un acto de amistad con su compañero, otorgarle la propiedad y patente de su invento al conde von Zeppelin. Actualmente, el globo es conocido exclusivamente por su cara alemana y cayó en el olvido el aporte que hizo el colombiano Albán.
Las razones para cederle la autoría del invento nunca fueron aclaradas por Albán, pero es seguro que el hombre oriundo de Popayán no alcanzó a dimensionar cuán importante sería para la historia de la Europa del siglo XX.
En una entrevista con la mesa de trabajo de Julio Sánchez Cristo, en ‘La W’, el descendiente del payanés, Fernando Albán, habló sobre lo que ha significado el legado de su antepasado.
Entre 1924 y 1939 el Graf Zeppelin realizaba unos 70 viajes al día, Foto:Archivo de la Biblioteca Estatal de Zurich.
“No es algo que se pueda comentar y la gente le crea a uno. Por eso no se conoce bien la historia del general Carlos Albán”, aseguró el joven que viene de una rama generacional que sale del hermano del cónsul.
En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal,
elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada
con
sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando
esta
utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí