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Cibercondría: la obsesión de los jóvenes por autodiagnosticarse enfermedades y trastornos en redes sociales

La desinformación médica en plataformas no solo incrementa la ansiedad, sino que también puede llevar a prácticas de salud inadecuadas.

Muchos profesionales, como doctores, profesores y psicólogos, se han unido a TikTok para compartir sus conocimientos.

Los jóvenes son más vulnerables debido a su constante exposición a redes sociales. Foto: iStock

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En la era digital, donde la información está al alcance de un clic, las inquietudes de salud han encontrado un nuevo escenario en las redes sociales y el internet. Lo que antes era un tema exclusivo de los consultorios médicos, ahora se ha democratizado, permitiendo que millones de personas exploren y compartan información sobre bienestar. Sin embargo, esta accesibilidad ha dado lugar a una tendencia preocupante entre los jóvenes: la cibercondría.
La cibercondría, un término que fusiona 'ciber' (relacionado con la tecnología digital) e 'hipocondría' (preocupación excesiva por la salud), describe la ansiedad generada por la búsqueda compulsiva de información médica en línea. 
Esta tendencia se ve agravada por la sobrecarga de datos en internet, que a menudo son alarmantes e incorrectos, lo que incrementa la confusión y el temor. Como explicó Juan José Soza, psicólogo de la Continental University of Florida, "las personas que sufren de cibercondría tienden a autodiagnosticarse enfermedades graves, exacerbando su ansiedad".

Los jóvenes, principales víctimas de la cibercondría

La cibercondría afecta especialmente a los jóvenes, quienes, según Rossana Carlos Ríos, psicóloga del Colegio de Psicólogos del Perú, son más vulnerables debido a su constante exposición a redes sociales y plataformas de búsqueda. 
La facilidad de a información no verificada y alarmista contribuye a que estos jóvenes se autodiagnostiquen de manera frecuente, incrementando su ansiedad y preocupación por la salud. Además, la presión social y la identidad en formación que caracterizan a esta etapa de la vida, aumentan su susceptibilidad a la cibercondría.

Para manejar la ansiedad relacionada con la cibercondría, es esencial establecer límites en la búsqueda de información médica en línea. Foto:iStock

El comportamiento de los jóvenes con cibercondría incluye la búsqueda excesiva de síntomas médicos en internet y la interpretación errónea de la información encontrada, lo que puede llevar a síntomas físicos como palpitaciones, sudoración y preocupación constante. Estos jóvenes, influenciados por la información que encuentran en la red, evitan actividades sociales por temor a empeorar sus supuestos problemas de salud.

Factores que alimentan la cibercondría

Varios factores psicológicos y sociales contribuyen al aumento de la cibercondría entre los jóvenes. Las redes sociales y los motores de búsqueda juegan un papel crucial al facilitar el inmediato y anónimo a grandes cantidades de información médica.
Según el psicólogo Alberto Alegre, esta accesibilidad, combinada con la falta de educación en alfabetización digital, intensifica la búsqueda obsesiva de síntomas. La desinformación médica en estas plataformas no solo incrementa la ansiedad, sino que también puede llevar a prácticas de salud inadecuadas, retrasando la búsqueda de atención médica profesional.
Otro factor clave en la proliferación de este fenómeno son los algoritmos de recomendación utilizados por plataformas como Google y YouTube, diseñados para maximizar el tiempo de interacción del sugiriendo contenido relacionado, de acuerdo con el experto. Esto expone repetidamente a los jóvenes a información médica no regulada y sensacionalista, reforzando sus preocupaciones de salud y contribuyendo al desarrollo de la cibercondría.

La cibercondría puede provocar problemas físicos, como somatización, donde el estrés se manifiesta en síntomas físicos sin causa médica clara. Foto:iStock

Impacto en la salud y bienestar de los jóvenes

La cibercondría distorsiona la percepción de la salud y el bienestar personal, generando efectos adversos en la salud mental y emocional de los jóvenes. La falta de un diagnóstico profesional puede llevar a la creencia errónea de tener una enfermedad grave, lo que provoca un ciclo de preocupación constante y puede desencadenar trastornos de salud mental como la ansiedad y la depresión. 
Además, la cibercondría puede provocar problemas físicos, como somatización, donde el estrés se manifiesta en síntomas físicos sin causa médica clara, afectando negativamente la calidad de vida y el desarrollo social de los jóvenes.

Estrategias para manejar la cibercondría

Para manejar la ansiedad relacionada con la cibercondría, es esencial establecer límites en la búsqueda de información médica en línea y practicar técnicas de mindfulness. El apoyo psicológico es fundamental; la terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las más recomendadas, pues ayuda a identificar y modificar patrones de pensamiento negativos. Además, es crucial que los jóvenes reciban educación en alfabetización digital para evaluar críticamente la calidad de la información en línea y tomar decisiones más conscientes respecto a su salud.
En el futuro, la inteligencia artificial podría jugar un papel dual en la cibercondría. Por un lado, podría ofrecer diagnósticos más precisos y reducir la ansiedad al brindar información confiable. Sin embargo, la facilidad de a datos sobre enfermedades podría alimentar aún más la cibercondría si no se implementan medidas responsables y éticas en el uso de estas tecnologías.
La cibercondría es un fenómeno creciente que requiere atención para evitar que los jóvenes caigan en un ciclo de autodiagnóstico y ansiedad que afecte su bienestar integral. Con la educación adecuada y el apoyo emocional, es posible mitigar los efectos de esta tendencia y promover una relación más saludable con la información médica en la era digital.
Milenka Duarte 
EL COMERCIO / GDA

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial basada en información de El Comercio (GDA) y contó con la revisión de una periodista y un editor.

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