Por medio de una serie de videos en redes sociales, la joven Carlota Eugenia Angulo, estudiante de séptimo semestre de Enfermería en la Universidad del Quindío, denunció ser víctima de racismo y asegura que sus calificaciones fueron manipuladas.
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De acuerdo con los clipeo, Angulo explica que, como la única persona negra en su semestre, ha sido víctima de un trato injusto y de discriminación, y que estas acciones han sido replicadas por personal de dicha institución.
Además, Carlota afirmó que, sumado a esto, sus notas "fueron cambiadas de manera injusta, poniendo en riesgo su semestre" y su beca otorgada por el Gobierno Nacional.
La joven dijo que se había dado cuenta del cambio porque siempre bajaba sus registros académicos y notas desde la plataforma que maneja la universidad. Fue entonces cuando notó que sus notas al parecer habían sido cambiadas de manera irregular y, de acuerdo con su testimonio, "la universidad no le dio explicación de lo sucedido".
¿Qué dice la Universidad del Quindío?
La institución se pronunció oficialmente al respecto días después de la publicación de los videos. Citando la sentencia de tutela emitida por el Juzgado Primero Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías de Armenia el 14 de agosto de 2023, la universidad negó las acusaciones de vulneración de derechos fundamentales.
En el fallo, el juez argumenta que no se ha encontrado evidencia de que la universidad haya violado los derechos a la educación, igualdad, debido proceso y habeas data de la estudiante.
Además, se destacó que Carlota perdió un porcentaje importante de su calificación debido a problemas de rendimiento académico, como la parte práctica, un quiz y un trabajo final que presentó de manera extemporánea por enfermedad. El juez subrayó que, si bien estaba incapacitada en la fecha límite de presentación, tuvo tiempo suficiente para entregar el trabajo con antelación y no lo hizo.
“Es importante anotar que a la estudiante le dieron la posibilidad de repetir la práctica en el semestre siguiente, lo que permite inferir la garantía del derecho a la educación, la continuidad de sus estudios, la posibilidad que pueda llegar a ser una profesional siempre y cuando cumpla con todos los requisitos establecidos en los acuerdos y manual de convivencia que rigen en el área de salud y la carrera de enfermería”, se explica en el comunicado.
La universidad concluyó que la estudiante no había sido tratada en condiciones de desigualdad y que se habían respetado tanto el debido proceso como su derecho a la igualdad. Ante esta declaración, el caso ha generado reacciones encontradas en redes sociales y en la opinión pública, suscitando debates sobre el racismo, la discriminación y la equidad en el ámbito educativo.
Por otro lado, el Ministerio de Educación se pronunció en redes sociales diciendo que "a través de la Subdirección de Inspección y Vigilancia, atenderemos esta denuncia con el fin de garantizar procesos institucionales".
REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS
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