Un grupo de jóvenes, conocidos como los Underground Explorers, vivieron una experiencia de riesgo y claustrofobia en una red de cuevas situadas en un rancho abandonado.
El equipo, que se embarcó en esta exploración para compartir su experiencia en su canal de YouTube, se encontró con condiciones extremas que pusieron a prueba su valor y habilidades de supervivencia.
La cueva, caracterizada por sus estrechos pasajes y áreas inundadas, presentó desafíos significativos desde el principio. Los exploradores, al avanzar, descubrieron que solo quedaba un pequeño espacio de aire sobre el agua, obligándolos a moverse con sumo cuidado y mirando constantemente hacia el techo en busca de orientación. En un giro dramático, uno de los del equipo experimentó un ataque de pánico, perdiendo la noción de su ubicación.
La situación escaló cuando la cámara del explorador cayó al agua, sumergiéndose por unos momentos antes de resurgir. Por fortuna, tanto él como su compañero lograron reencontrar el espacio con aire, aunque no sin consecuencias: ambos sufrieron heridas y sangrado debido al incidente.
“Mi mayor temor es ahogarme. Fue una vigilancia difícil. Me alegro de que estés a salvo”; ”Honestamente, aunque no estoy en la cueva, sentí escalofríos en la espalda y recé por tu seguridad”; “Para aquellos que quieren vivir una aventura, no hay cueva que valga más que una vida”; “Hay que tener mucho coraje para meterse en un lugar así. Me alegra que hayan podido salir”, fueron algunos de los comentarios más destacados.
Recorrió una casa abandonada y encontró algo que lo dejó en shock: 'Hecho por un niño'
Por otro lado, un explorador urbano español apodado Hoarfrost Sky encontró un tesoro oculto en una casa abandonada. Durante su exploración, se topó con dibujos y poemas de amor que datan de varias décadas atrás. Estos hallazgos, que incluyen un poema dedicado por un anciano a su esposa en los años 70 y dibujos posiblemente hechos por un niño, fueron compartidos por el sujeto en sus redes sociales.
“El poema fue escrito por el anciano que solía vivir allí en los años 70, como la dedicatoria de un libro que le regaló a su esposa”, declaró el joven, quien publicó lo que encontró mediante sus redes sociales. En cuanto a los dibujos, sostuvo que algunos de ellos fueron firmados por una persona diferente. “Diría que tal vez los dibujó su esposa, pero no puedo asegurarlo. Incluso había algunos dibujos al final del libro hechos por un niño”, agregó.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por La Nación, y contó con la revisión de la periodista y un editor.