El domingo 12 de enero, fue hallado sin vida el cuerpo de Ramón Eduardo Palomino López, hermano del general (r) Rodolfo Palomino, quien fue director de la Policía Nacional, y del coronel de la Policía José Luis Palomino.
Este diario conoció que el hallazgo del cuerpo se dio hacia las 7:40 de la noche del sábado 10 de enero, y el caso fue notificado a la Estación de Policía Barichara, en Santander.
El fallecimiento de Palomino, de 71 años, se registró en la calle 1a No. 5-45 del barrio Bellavista del mencionado municipio. En ese lugar residía.
"El cuerpo fue encontrado por la propietaria del inquilinato, toda vez que se le hizo extraño que no saliera de la habitación desde el pasado miércoles 8 de enero", dijo una fuente a este diario.
De acuerdo con la investigación, un médico "certificó el deceso como muerte natural a causa de paro cardiorrespiratorio", y el cuerpo no presentaba señales de violencia.
De acuerdo con el historial médico, Palomino registraba un antecedente de salud de disnea "de medianos esfuerzos de larga data".
"Ramón, a pesar de los desaciertos que se hayan podido cometer en vida, deseo que Dios te conceda el descanso eterno y la paz que trasciende nuestra condición de seres humanos. Que el amor y la misericordia de Dios abracen tu alma, y te permitan descansar en la eternidad", manifestó el exdirector de la Policía, Rodolfo Palomino, en su cuenta en la red social X.
Ramón Eduardo Palomino López acompañado de su familia. Foto:Tomada de @GeneralPalomino
Un proceso
En diciembre de 2020, Palomino López fue capturado tras ser señalado de liderar una banda se dedicaba a la usurpación de inmuebles, falsedades y fraudes procesales en la ciudad de Bogotá, conocida como 'los Oportunistas'.
Esa captura se llevó a cabo en el municipio de San Gil, Santander.
De acuerdo con la investigación, el capturado, junto con otras seis personas, se dedica a estafar a propietarios que se encuentran ausentes o en problemas económicos, produciendo documentos públicos y privados falsos; luego, procediendo a vender a terceros o iniciar acciones civiles, para predicar una falsa posesión regular.
Por ese caso, Palomino aceptó los cargos imputados y quedó a la espera de una condena en su contra. Después, reconsideró su decisión y prefirió irse a juicio para intentar demostrar que no incurrió en delitos.
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