El 7 de febrero de 2003 la historia del terrorismo y el conflicto interno tuvo un giro de 180 grados al trasladar la guerra del campo a la ciudad.
Ese día la otrora guerrilla de las Farc detonó un carro cargado con explosivos en el interior del club El Nogal, el epicentro de la élite capitalina, que cobró la vida de 36 personas y dejó a más de 200 heridas.
De acuerdo con la investigación, un carro particular fue cargado con más de 200 kilos de explosivo C-4 y amonio.
De inmediato se registró una gran conflagración desde los parqueaderos a las zonas sociales, se estima que había unas 600 personas, niños y familias completas.
La explosión se registró sobre las 7:30 de la noche y rompió para siempre la historia de Bogotá. Muchas de las víctimas fallecieron calcinadas y el incendio se pudo controlar tras dos horas de trabajo de los bomberos.
De hecho, se confirmó que las Farc detonaron el carro con su conductor adentro, John Freddy Arellán Zúñiga, quien era instructor de squash y quien se prestó para ingresar el automotor que estaba a su nombre.
El atentado terrorista, demostraron las autoridades, fue coordinado y ordenado por Hernán Darío Velásquez, conocido con el alias de El Paisa, quien era el jefe de la columna móvil 'Teófilo Forero', considerada como una de las más sanguinarias que delinquía en Huila y Caquetá.
Hoy, hace parte de las disidencias que se hacen llamar la 'Segunda Marquetalia, que de acuerdo con el ministro de la Defensa, Diego Molano Aponte, se encuentra en Venezuela, y desde allí coordina el tráfico de cocaína.
Por 'El Paisa' se ofrecen hasta tres mil millones de pesos por información que permita su ubicación y captura.