La protesta social y pacífica es un derecho fundamental protegido por la Constitución.
El proyecto de Reforma Tributaria presentado por el Gobierno nacional hace más de seis meses, generó una masiva movilización en el país, en especial en Cali, que derivó en un estallido social con graves consecuencias. Más allá de dificultades propias de una sociedad con muchas necesidades desatendidas, la ciudad empieza un nuevo despertar con el reto de levantarse y recuperar su economía y su sonrisa, vislumbrando un futuro mejor para sus habitantes. Foto: Juan Pablo Rueda Bustamante / El Tiempo
Esta semana hay convocadas varias manifestaciones en el país, la primera este 14 de febrero fue citada por el presidente Gustavo Petro para que la gente apoye sus reformas sociales; la cual tendrá una respuesta el 15 de febrero, con una protesta en contra del Gobierno.
Independientemente de los motivos, la protesta social es un derecho fundamental, reconocido y protegido por la Constitución.
Del mismo modo, Dejusticia recoge que la protesta está estrechamente relacionada con otros derechos también reconocidos y protegidos por la Constitución como la libertad de expresión, la libertad de asociación, la libertad de locomoción y el derecho a la participación.
En ese sentido, debe saber que todos tienen derecho a protestar pública y pacíficamente, y esto pueden hacerlo de manera individual o colectiva.
No hay un tiempo determinado o límite para la protesta, esta puede durar el tiempo que los manifestantes consideren necesario.
Del mismo modo, es importante resaltar que nadie puede impedirle asistir a una protesta, y así mismo, nadie puede obligarlo a participar de la misma.
Marcha del 28A en Barranquilla en conmemoración del paro nacional. Foto:Vanexa Romero/El Tiempo
Sin embargo, la protección a estos derechos tiene condiciones. En primer lugar, la protesta debe ser pacífica, así mismo, debe ser sin armas, “cualquier acción violenta que se realice dentro de una manifestación puede ser sancionada”, recordó Dejusticia.
Frente a las cosas que pueden hacerse durante una manifestación pacífica, ese centro de pensamiento cita que las personas tienen derecho a fotografiar, grabar o tomar cualquier tipo de registro del desarrollo de la manifestación.
También es un derecho pronunciar arengas, utilizar carteles o insignias, ser tratado con igualdad, no ser discriminado ni estigmatizado.
Otro derecho durante la protesta es que se garantice la vida e integridad de quienes participan en ella, por eso a las personas debe garantizárseles no ser víctimas de desaparición forzada, tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Finalmente, una protesta pacífica no puede ser disuelta arbitrariamente, pero la Policía y el Esmad pueden intervenir para aislar los focos de violencia que se presenten, aunque en todo caso, tienen que responder de manera proporcional.
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