La junta militar birmana continúa con su acoso judicial a la líder depuesta,
Aung San Suu Kyi, contra la que ha presentado nuevas denuncias, según informó este jueves la prensa oficial, por supuestos delitos de corrupción y abuso de poder que han sido calificadas por su abogado de "absurdas".
La Comisión Anticorrupción de Birmania presentó el miércoles ante la Policía varias denuncias contra Suu Kyi, a quien acusan aceptar 600.000 dólares y 11,2 kilos de oro en sobornos, según informó este jueves el diario oficialista The Global New Light of Myanmar.
La exmandataria, de 75 años, también se enfrenta a cargos por usar presuntamente su cargo para alquilar una serie de terrenos por un monto por debajo del precio estimado.
Uno de los abogados de Suu Kyi, Khin Maung Zaw, que ha desmentido acusaciones previas contra su cliente, volvió a negar estos cargos presentados por las autoridades militares que tomaron el poder en un
golpe de Estado el pasado 1.° de febrero.
"Estas acusaciones de soborno y corrupción sobre Suu Kyi son absurdas. Son infundadas. Durante mis 50 años de experiencia (...) nunca he conocido a ningún representante del Estado más honesto e incorruptible que Suu Kyi. Puede que tenga defectos, pero la codicia personal y la corrupción no son sus rasgos", señaló Khin Maung Zaw.
El letrado, que se enteró de las acusaciones a través de la prensa, aseguró que "aquellos que a la acusan de avaricia y corrupción están escupiendo contra el cielo".
La nobel de la paz, que en un principio estuvo en arresto domiciliario en su residencia oficial de la capital, ha sido trasladada a un lugar desconocido y, según los abogados, vive aislada y durante meses no ha tenido noticias de lo que ocurre en el país. Los letrados revelaron esta semana además que Suu Kyi paga de su propio bolsillo todos sus gastos y en la última reunión les pidió medicinas.
EFE
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