En 1971 el contador público John List, un fatídico 9 de noviembre, asesinóde manera sistemática a su madre, esposa y sus tres hijos.
Empezó por su esposa, Helen List, con quien llevaba casado veinte años. Ella no tuvo oportunidad alguna de reaccionar, pues le disparó por detrás. Antes de que sus hijos volvieran del colegio, también subió al tercer piso, donde vivía su madre, y mientras ella desayunaba le disparó y la mató.
Luego desayunó como de costumbre. Limpió la casa, pues no quería que al momento en que llegaran sus hijos se alertarán con la sangre. Hasta que pasaron las horas y su hija Patricia le pidió que la buscara en el colegio. Al volver a casa le disparó a ella y a su hijo menor, Frederick.
Sin ningún tipo de remordimiento, tras limpiar la casa de los rastros de los asesinatos que acababa de cometer, fue a apoyar a su hijo de en medio, John Jr., en su partido de fútbol. Al volver a la casa, intentó asesinarlo sin oposición como había logrado con las anteriores cuatro víctimas.
Sin embargo, John Jr. peleó contra su padre luego de ser impactado por la primera bala. Fue la víctima de John E. List con más heridas, pues le disparó nueve veces, hasta haberse cerciorado de su muerte.
'Quería salvar sus almas'
Aunque por más de diez años había ostentado puestos de trabajo que le permitían dar una vida de confort a su familia, cuando fue despedido tras una reestructuración de su empresa y no logró conseguir un trabajo con prontitud, la vergüenza de no poder proveer para su familia le llevó a hacer cosas cada vez más deleznables.
Nunca le contó a su familia que había perdido su trabajo, sino que todos los días se vestía con trajes de oficina y se dirigía a incontables entrevistas de trabajo. Después de un tiempo, se dedicaba a leer el periódico en estaciones de tren, esperando que pasaran las horas para poder retornar a casa.
Eventualmente, empezó a sacar dinero de la cuenta de su madre para cubrir las deudas de la hipoteca de la casa victoriana a la que se habían mudado menos de dos años antes. Sin embargo, en la carta de confesión que List le envió a su Pastor, Eugene Rehwinkel, expresaba que lo que lo motivó a perpetrar los asesinatos fue lo mucho que se habían alejado en su familia de Dios y la religión.
Ya en prisión, List itiría que no optó por suicidarse tras haber asesinado a su familia porque pensaba que al hacerlo, le negarían la entrada al cielo.
Poster de los más buscados del FBI Foto:FBI
¿Cómo lo encontraron?
Existe un programa en EEUU que hace perfiles y descripciones de los criminales más buscados por el FBI. Se llama ‘America’s Most Wanted’ (Los más buscados de América), y en un episodio en 1989 dedicaron uno de los episodios a John Emil List.
Para este programa se contrató a un artista forense que recreara en arcilla un busto del rostro de John List, que fue elemental para que pudiese ser reconocible. Unas antiguas vecinas de List, que había cambiado su nombre a Robert Clark, estaban viendo el programa y lo reconocieron.
Patricia List y John Jr. Foto:Reporte policial
Tras esto sus vecinas, Wanda Flanery y su hija Eva Mitchell, tras largas deliberaciones decidieron llamar al FBI y una semana más tarde agentes de dicha institución fueron a buscarlo en la casa que compartía con su nueva esposa, Dolores Clark.
Fue arrestado cuando fue reconocido con fue comparado con las imágenes proyectadas de los cambios que sufriría su cara con los años.
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