La primera ministra británica, Liz Truss, se defendió este miércoles en el Parlamento ante una ola de críticas tras el humillante abandono de su plan económico afirmando que es "una luchadora, no alguien que abandona".
Se trata solamente de su tercera tradicional sesión de preguntas en el Parlamento, pero Liz Truss se jugó su supervivencia política en un ejercicio oratorio en el cual es mucho menos hábil que su antecesor Boris Johnson.
Truss está en la cuerda floja, rechazada por la opinión pública y cuestionada dentro de su propio Partido Conservador tras seis semanas en el poder. Hasta ahora había mantenido un silencio solamente roto por una entrevista a la BBC por lo que la sesión en el Parlamento de este miércoles es vista como una prueba mayor tras haber renunciado a casi la totalidad de las medidas que componían su plan económico.
Soy una luchadora, no alguien que abandona
El líder de los laboristas Keir Starmer, la cuestionó preguntando al Parlamento: ¿De qué sirve un primer ministro cuyas promesas no puede cumplir ni una semana?". Starmer se mofó de la primera ministra entonando el cántico "íFuera, fuera!", que fue coreado por sus correligionarios. "¿Por qué sigue aquí?", concluyó el líder de la oposición. Truss respondió desafiante ante los abucheos: "Soy una luchadora, no alguien que abandona".
Después insistió: "Estoy dispuesta a tomar decisiones difíciles". La crisis remonta a la presentación a fines de septiembre de un paquete de medidas económicas de su ministro de Finanzas de entonces, Kwasi Kwarteng, constituido de recortes de impuestos masivos y un colosal apoyo a las facturas energéticas, dos cuestiones que hicieron temer un descalabro en las cuentas públicas.
Liz Truss en el parlamento británico. Foto:EFE
¿De qué sirve un primer ministro cuyas promesas no puede cumplir ni una semana?
La inflación se aceleró en septiembre a 10,1% interanual, su nivel más alto en 40 años. Según el diario Daily Telegraph, "ya se prepara una rebelión en las filas conservadoras". The Times habla de su lado de una "revuelta", aunque juzga poco probable que se tome una decisión tan impopular.
La libra cayó a su nivel más bajo histórico y los rendimientos de los bonos de Estado a largo plazo se habían disparado. El Banco de Inglaterra tuvo que intervenir para impedir que la situación no degenerara en una crisis financiera.
"Este gobierno da la prioridad a los más vulnerables al mismo tiempo que aporta estabilidad económica y conduce hacia un crecimiento a largo plazo deseado por todos", quiso garantizar este miércoles por la mañana el nuevo ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, al reaccionar a la cifra de la inflación.
El índice de precios al consumo (IPC) del Reino Unido se situó en septiembre en el 10,1 %, frente al 9,9 % en agosto, por lo que se mantiene en "el nivel más alto en 40 años", informó este miércoles la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, en inglés).
El ascenso de la inflación respondió al incremento de los servicios de los hogares, principalmente el alza de la electricidad y el gas, así como por el aumento de los alimentos, las bebidas no alcohólicas y el transporte, añadió la ONS.
El director de estadísticas económicas de la ONS, Darren Morgan, dijo que, después de una ligera caída el mes pasado, la inflación ha vuelto a subir, debido al "incrementos adicionales en los alimentos, que experimentaron su mayor aumento anual en más de 40 años, mientras que los precios de los hoteles también aumentaron después de caer en esta época el año pasado".
"Estos aumentos fueron parcialmente contrarrestados por las continuas caídas en los costes de la gasolina, con los precios de las aerolíneas cayendo más de lo normal para esta época del año y los precios de los automóviles usados también subieron menos que los grandes aumentos observados el año pasado", agregó.
El Gobierno dará prioridad a ayudar a los más vulnerables mientras brinda una estabilidad económica
La cifra de inflación de septiembre es importante porque es utilizada para calcular el incremento de la pensión estatal en abril. El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, dijo que el Gobierno "dará prioridad a ayudar a los más vulnerables mientras brinda una estabilidad económica".
En los últimos meses, el IPC del Reino Unido ha mantenido una fuerte tendencia al alza, lo que ha obligado al Banco de Inglaterra a disponer una serie de incrementos en los tipos de interés para intentar frenar la subida de la inflación. Hace unas semanas, el banco emisor inglés subió en 0,5 puntos porcentuales los tipos de interés hasta un 2,25 %, su nivel más alto desde diciembre de 2008.
Liz Truss saliendo este miércoles 19 de octubre de su sesión con el parlamento Foto:Chris J. Ratcliffe. Bloomberg
Para intentar calmar la tormenta económica y política, la jefa de gobierno, de 47 años, tuvo que dar marcha atrás en la casi totalidad de los masivos recortes de impuestos que había prometido en campaña durante el verano boreal. Hunt advirtió que será necesario realizar ahorros en el gasto público.
Los mercados se mostraron más tranquilos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó el regreso a la "disciplina presupuestaria", en un momento en que acecha la recesión. Pero muchos temen un regreso a la austeridad, como fue el caso durante la crisis financiera de 2008, que dio lugar a recortes drásticos en el presupuesto público y a un aumento del desempleo.
La sesión de preguntas en el Parlamento a las 11H00 GMT, será la primera intervención en público de Truss desde una entrevista con la BBC el lunes por la noche en la que lamentó sus "errores" y expresó su determinación de mantenerse en el cargo. Pero, ¿está aún a tiempo Truss para enderezar la situación?
Según un sondeo de YouGov, sólo uno de cada diez británicos y uno de cada cinco electores del Partido Conservador tiene una opinión favorable de Liz Truss. Y el 55 por ciento de los del partido mayoritario estiman que tendría que renunciar, mientras que el 38 por ciento quieren que continúe en su cargo.
Truss guardó silencio ante el nuevo plan económico
La crisis remonta a la presentación a fines de septiembre de un paquete de medidas económicas de su ministro de Finanzas de entonces, Kwasi Kwarteng, constituido de recortes de impuestos masivos y un colosal apoyo a las facturas energéticas, dos cuestiones que hicieron temer un derrape en las cuentas públicas.
El nuevo ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, anunció los cambios en el plan fiscal. Foto:Bloomberg
Nombrado el viernes, Jeremy Hunt anunció el lunes la marcha atrás de la casi totalidad de los recortes de impuestos presentados por su predecesor, lo que dio la impresión de que ahora el poder está más bien en sus manos y no en las de la jefa de gobierno.
Truss asistió en silencio a la presentación en el Parlamento por parte de Hunt de este humillante giro de 180 grados, y eligió hacerse representar por otra ministra, Penny Mordaunt, para hablar ante la oposición. A dos años de las próximas elecciones parlamentarias, la oposición laborista aventaja claramente a los conservadores en los sondeos.
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