La ONU criticó este miércoles la deportación de 16 menores venezolanos por parte de las autoridades de Trinidad y Tobago. Los niños fueron deportados el domingo, horas antes de una audiencia judicial en la que se iba a solicitar su permanencia, según la abogada Nafeesa Mohammed, que intentó detener la expulsión, y dirigentes de la oposición venezolana.
"Estamos profundamente preocupados por la decisión" de las autoridades de la isla caribeña, declaró la portavoz de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Liz Throssell.
Los menores, así como nueve adultos, "fueron instalados en dos barcos y escoltados por los guardacostas de Trinidad y Tobago fuera de las aguas territoriales del país, en dirección a las costas venezolanas", recordó la portavoz.
La deportación también fue denunciada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). "Los niños no deberían ser nunca deportados de forma forzosa en función de estatuto migratorio, o el de sus padres", recordó Throssell.
"La condición previa a toda devolución de un niño es que haya una decisión independiente e imparcial (...) y que retorno sea una solución que garantice los derechos, la salud y los intereses de los niños", añadió.
Los niños no deberían ser nunca deportados de forma forzosa en función de estatuto migratorio, o el de sus padres
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, aseguró este miércoles que el país se encuentra bajo "asalto" de migrantes ilegales que "usan niños inocentes", tras críticas por la deportación de menores de edad venezolanos.
"Trinidad y Tobago se encuentra actualmente bajo el último asalto, usando personas sin nombre y sin rostro armadas con niños inocentes para tratar de obligarnos a aceptar" el estatus de "refugiado", publicó Rowley en su cuenta en Twitter, en referencia a la controversia por la deportación.
El primer ministro cuestionó que, con base en tratados internacionales, se espere que "una pequeña nación insular de 1,3 millones de personas mantenga las fronteras abiertas con un vecino" de "34 millones de personas incluso durante una pandemia".
En la primera reacción del gobierno de Nicolás Maduro desde que estalló la polémica, el canciller Jorge Arreza pidió este miércoles un encuentro con autoridades de
Trinidad y Tobago. "Convocamos (...) a una necesaria reunión de trabajo para revisar temas de seguridad, movilidad humana, lucha contra la delincuencia y narcotráfico", publicó el funcionario en Twitter.
Rowley, aliado del gobierno chavista, acusó a la Organización de Estados Americanos (OEA) de una "guerra" contra Trinidad y Tobago por "tener la temeridad" de no unirse a las políticas de la saliente istración de Donald Trump en Estados Unidos "para forzar un violento cambio de régimen en Venezuela".
AFP
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