En una de esas conversaciones densas que a veces tengo con mi papá, éste me mira y con una voz gruesa y severa me pregunta: -Pero quiero entender Diego, ¿en qué te gastas la plata? Es que no entiendo-. Ante semejante acto de inquisición me bloqueo y no puedo responderle, pero la verdad es que soy un botaratas de las suscripciones digitales de medios de todo el mundo; es como una adicción.
Un asesor financiero me diría que esos gastos hormiga me están matando, pero la realidad es que cada suscripción vale la pena, porque aún le tengo una credibilidad absoluta a esos grandes medios que quedan regados por el mundo. Hablemos un poco de cada suscripción, con el fin de confiar en animarlos a suscribirse a alguna que les ofrezca maravillosos reportajes sobre lo que nos rodea.
Comencemos por mi suscripción al ‘New York Times’, el gran periódico de registro del planeta. Si bien se ha vuelto excesivamente progresista y ‘woke’, no hay nada como sus investigaciones internacionales y análisis de la política norteamericana. Asimismo, la edición dominical, con su revista, es inigualable. La pasada edición traía dos reportajes: uno sobre desertores del ejército ruso y otro sobre la carrera de Demi Moore.
En el otro extremo, está ‘The Wall Street Journal’, el diario conservador de los Murdoch, un diario de inclinación y análisis financiero, pero con las mejores columnas de opinión de la prensa norteamericana. Cuenta también con unos corresponsales en el Medio Oriente y en China que si acaso ‘The New Yorker’ puede igualar.
Una suscripción que me ha decepcionado un poco es la del ‘The Washington Post’. Creí que la mano y visión de Jeff Bezos, su dueño, me iban a descrestar, pero el entusiasmo cuando se lo compró a los Graham se le ha ido desvaneciendo. No le veo hoy diferencia alguna. Un diseño ramplón y pocas chivas que generen impacto. De vez en cuando hay buenos especiales, pero es una inversión prescindible.
La joya de la corona, a mi juicio, ‘The Financial Times’, el diario financiero británico. Agudo, analítico, directo al grano. Es el único medio al que entro todos los días y varias veces. Puede que sea excesivamente de negocios, pero es el único que siento que me explica hacia dónde va el mundo, cuáles son las tendencias que están cobrando fuerza y lanza alertas geopolíticas muy interesantes. El mejor reportaje que he leído sobre el surgimiento del fascismo europeo fue en este diario. La sección 'Almuerzos con el FT', del cual hay varios libros, constituye la entrada más directa a las grandes mentes de este planeta.
La joya de la corona, a mi juicio, ‘The Financial Times’, el diario financiero británico. Agudo, analítico, directo al grano
Hay cuatro revistas entre mi catálogo pago: ‘The Economist’, ‘The New Yorker’, ‘The Atlantic’ y ‘Foreign Affairs’. Me gustaría tener ‘Prospect’, pero el bolsillo no da para más. ‘The Economist’ es la revista que mejor empapado te deja de lo que pasa en el mundo; ‘The New Yorker’ es la emperatriz del periodismo de reportajes; ‘The Atlantic’ es mi entendimiento del mundo desde la orilla progresista, mientras que ‘Foreign Affairs’ es un doctorado en política internacional.
¿Y en Colombia? EL TIEMPO, a mi juicio el mejor diario de registro; ‘El Espectador’, con unas investigaciones muy interesantes que ojalá llegaran a muchas más personas; ‘Semana’, la revista más valiente en la actualidad; ‘La República’, magistralmente dirigida por Fernando Quijano; ‘Portafolio’, una apertura a la macroeconomía del país; ‘El Colombiano’, aguerrido como su directora; y ‘El Nuevo Siglo’, para mí el mejor periódico político de Colombia, junto con ‘La Silla Vacía’.
¡Ah, se me olvidaba! También estoy suscrito al diario israelí ‘Haaretz’, pero a veces me da la sensación de que lo escriben integrantes de Hamás. Qué cosa para atacar a Israel, pero reconozco que es un diario que me pone a pensar. Como ven, mucho gasto, pero un gasto con gusto. Perdón, papá.
DIEGO SANTOS
Analista digital
En X: @DiegoASantos