El metocarbamol es un relajante muscular de acción central, generalmente utilizado para tratar los espasmos musculares.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, este fármaco desacelera la actividad del sistema nervioso para permitir que el cuerpo se relaje.
Por lo general, los profesionales de la salud lo recetan en combinación con descanso, fisioterapia y demás medidas que pueden ayudar en la relajación de los músculos y el alivio del dolor.
El metocarbamol se encuentra envasado en tabletas que se istran por la vía oral, y la frecuencia con que se tome dependerá del criterio médico del tratante.
Los expertos en la materia recomiendan seguir al pie las instrucciones del profesional y no usar más ni menos dosis de la que se indica en la prescripción para evitar efectos adversos.
El Instituto Nacional de Salud de EE. UU. (NIH) publica en su portal web algunas precauciones que se deben tener cuando se va a tomar este medicamento.
Entre ellas se destacan la comunicación clara con el médico, que implica hacer saber todas las alergias que pueda tener una persona a fármacos, otros medicamentos que esté tomando e informar si se encuentra en estado de embarazo.
Así mismo, es importante hablar con el profesional de la salud sobre los riesgos y beneficios de tomar el metocarbamol cuando una persona tiene 65 años o más.
Este medicamento también puede provocar somnolencia, por lo que el NIH recomienda no conducir automóviles ni maquinaria pesada sin haber evaluado antes el efecto del mismo en el organismo.
Otros efectos secundarios pueden incluir mareos, malestar estomacal, visión borrosa, fiebre, y decoloración de la orina. En caso de sarpullidos o picazón, lo mejor es llamar a un médico de inmediato.
El metocarbamol se comercializa bajo marcas como Robaxin y Robaxisal. La indicación principal es siempre consultar con un experto antes de tomar este o cualquier otro medicamento.
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