'Reforma de la salud no resuelve los problemas del sistema y solicitamos se retire'
El Pacto Nacional por un mejor Sistema de Salud en Colombia emitió hoy un fuerte comunicado.

Los ministros Lizcano, Jaramillo y Velasco durante el debate de la reforma de la salud. Foto:Néstor Gómez. EL TIEMPO
- La continuidad de la atención a los pacientes no está garantizada en el modelo aprobado, toda vez que fragmenta los niveles de atención y no contempla la gestión integral de la salud en cabeza de un agente responsable por los s.
- De avanzar en la aprobación del modelo propuesto, los pacientes sufrirán un retroceso en los niveles de atención alcanzados por el sistema actual. Se pierde el derecho a la libre elección de su asegurador y su prestador y quedan sujetos a un sistema de referencia y autorizaciones, en muchos casos operado por un ente público.
- La reforma no plantea una ruta clara para la dispensación de los tratamientos que requieren los pacientes, esto amenaza con aumentar el gasto de bolsillo, empobreciendo a las familias colombianas.
- Las funciones asignadas a los CAPS, a las Gestoras de Salud y Vida y a la Adres no están armonizadas, generan confusión en los roles y responsables y ponen en riesgo la operación del sistema de salud y la atención para los s. Así mismo pasa con las funciones entre el Minsalud y los entes territoriales. Esta complejidad en la institucionalidad del sistema de salud se traduce también en la pérdida para el paciente de la ruta de atención y limitaciones para accionar su derecho a la tutela.
- La transición hacia las Gestoras de Salud y Vida no considera la complejidad de la operación que actualmente realizan las EPS y amenaza la continuidad de los servicios para los s.
- La concentración de facultades en la Adres que trascienden la gestión de pagador único y buscan asignarle otras gestiones istrativas propias de los aseguradores, representa un riesgo enorme para el sistema y lo expone a su parálisis. Es recurrente la incapacidad del Estado de gestionar atenciones masivas, con lo cual, frente a un incumplimiento reiterado en su obligación de garantizar el derecho a la salud, puede derivarse en un estado de cosas inconstitucional.
- La reforma no protege los recursos de la salud. La convivencia de presupuestos para la atención primaria, que aumentan en detrimento de la UPC para la mediana y la alta complejidad, rompe la contención integral del presupuesto y lo expone a su desborde.
- La reforma no protege a los más de 100.000 trabajadores vinculados a las EPS ni contempla un plan de reconocimiento de los derechos acordados a través de convenciones colectivas de cientos de sindicatos que desaparecerían.
- La reforma ha desconocido desde el inicio de su trámite, el contenido y alcance estatutaria de varias de sus disposiciones, ha violado en su proceso varias de las disposiciones contenidas en la Ley 5 de 1992, exponiéndola a vicios de constitucionalidad y amenazando su vocación de permanencia, con enorme riesgo para el sistema de salud.
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