“Estamos encerrados en las casas desde el domingo a las 3 de la tarde e incomunicados con mi familia en Providencia desde las 3:11 de la mañana. Solo están funcionando bien teléfonos satelitales y han entrado algunas llamadas desde el hospital, pero no sabemos qué pasa allá”.
Este es uno de los reportes que la Defensoría del Pueblo está recibiendo desde San Andrés, a través de su regional, por los efectos del huracán Iota.
Hay vías cerradas y postes caídos. No se puede llegar a la isla ni por barco ni por avión. Foto:Archivo Particular
Estamos encerrados en las casas desde el domingo a las 3 de la tarde e incomunicados con mi familia en Providencia desde las 3:11 de la mañana
Hay casas destechadas, calles inundadas y no se puede llegar a la isla ni por barco ni por avión. Foto:Archivo Particular
“Hay varios postes caídos, buena parte de la isla está inundada y sabemos que algunos refugios fueron afectados en providencia. El momento más duro fue a las 7 de la mañana de este lunes, pero la emergencia continúa. Y la mayor preocupación es por Providencia: el ojo del huracán pasó a 10 millas, con vientos de 250 kilómetros. Dicen que la isla está muy afectada”, agregan apartes del reporte, conocidos por EL TIEMPO.
Según se sabe, varios de los techos de los refugios en iglesias y colegios se estaban desprendiendo por la fuerza de los vientos.
"Si en San Andrés hay fuertes vientos y mucha lluvia y mucha gente damnificada , no puedo imaginarme como está Providencia", aseguraron desde la seccional de la Defensoría del Pueblo.
Por Providencia, el ojo del huracán pasó a 10 millas, con vientos de 250 kilómetros.
Preocupación por el oleaje
Hay decenas de casas destechadas y las lluvias torrenciales no frenan. Foto:Archivo Particular
Otro de los habitantes aseguró que, en 2005, Beta (un huracán de categoría 1) afectó con fuerza a Providencia: "Iota en este momento es categoría 5 y está pasando a 10 millas de distancia. No queremos imaginarnos qué está sucediendo".
En otro de los reportes se advierte que hay una gran preocupación por el oleaje que durante la mañana alcanzó los 5 metros.
No hay luz en el archipiélago y el comercio está cerrado. Hay turistas encerrados en hoteles y las restricciones por la pandemia han hecho más difícil la atención de la emergencia.
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