Hace un mes, la Nasa percibió un leve latido de la sonda Voyager 2, fuera del Sistema Solar. Esta nave, junto a la sonda Voyager 1, fue enviada al espacio en 1977 y está situada a 19.900 millones de kilómetros de la Tierra. Las dos sondas llevan grabaciones
de sonidos e imágenes de la Tierra que fueron hechos sobre placas de oro y cobre.
El 15 de octubre pasado, la Nasa recibió un sonido tras haber interrumpido por error el o con su mítica nave (se variaron las coordenadas accidentalmente) lo que signfica que volvió a entrar en o con la nave.
En las naves Voyager 1 y 2 está guardado el Disco de Oro, que es conocido como ‘sonidos de la tierra’, un gramófono que contiene 31 sonidos cuidadosamente seleccionados por la Nasa y por un comité especial liderado por el afamado astrónomo Carl Sagan y su esposa, Ann Druyan (las Voyager fueron bautizadas con los nombres de la pareja Sagan- Druyan).
En la selección se incluyeron dos canciones tradicionales peruanas: Roncadoras y tambores, de las Músicas de Áncash, y Canción de Boda, una conmovedora interpretación de una jovencita en quechua proveniente de Huancavelica.
Melancholy Blues, de Louis Armstrong y sus Hot Seven; Alima Song, de los Mbuti de la selva tropical de Ituri; El Cascabel, Antonio Maciel y Los Aguilillas con Mariachi México de Pepe Villa; Johnny B. Goode, de Chuck Berry; La flauta mágica, de Mozart; y La consagración de la primavera, de Igor Stravinsky, así como los sonidos de la naturaleza y el canto de las ballenas forman parte del disco.
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