¿Sabía que en Australia hay una ciudad en la que sus habitantes viven bajo tierra? Coober Pedy es una ciudad minera, ubicada al norte de Adelaida, en Australia. Este lugar es conocido por la peculiar forma en la que viven sus habitantes, ya que sus casas están bajo tierra o en minas viejas que han sido rehabilitadas.
El nombre de la ciudad deriva del término aborigen ‘Kupa- Piti’, que significa agujero del hombre blanco.
En 1971, en la zona se encontraba la mina más grande del mundo de ópalo, una piedra similar al cuarzo.
La 'urbe' está en un desierto, por lo que en el día las temperaturas pueden alcanzar los 48 grados. Además, casi no llueve, pero sí hay tormentas de arena.
Mientras pasaban los años, se fueron construyendo bares, librerías, iglesias y colegios bajo tierra. Foto:iStock
Los primeros habitantes
Después de la Primera Guerra Mundial, varios soldados se refugiaron en la zona y empezaron a extraer el mineral precioso y a convertir las minas abandonadas en casas para huir del calor.
Mientras pasaban los años, los soldados fueron construyendo bares, librerías, iglesias y colegios bajo tierra.
En el día las temperaturas pueden alcanzar los 48 grados. Foto:iStock
Estos lugares cuentan con todas las comodidades, tales como electricidad, internet y acueducto. Lo único que les falta es la luz solar. Además, en tiempos de sequía, el agua se vuelve un recurso difícil de conseguir.
En Coober Pedy, en los meses de abril a octubre la temperatura puede variar entre los 16 y los 20 grados, pero de noviembre a marzo puede alcanzar los 45 grados estando a la sombra. Sin embargo, las noches suelen ser muy frías.
Características de la ciudad
Según la revista ‘Smithsonian’, el 70 % de la extracción de ópalo proviene de esta ciudad, que lleva el título de la 'capital mundial del ópalo'. Asimismo, la mayoría de sus 3.500 habitantes se dedican a dicha industria.
A lo largo de los años, los residentes han aprendido a tallar sus propias casas en las paredes de piedra arenisca. Estas edificaciones son personalizadas, pues cada persona las hace a su gusto.
La alcaldesa Michelle Provatidis le comentó a ‘Smithsonian’ que incluso conoce a alguien que tiene una piscina subterránea en su casa.
Estos lugares cuentan con todas las comodidades tales como electricidad, internet y acueducto. Foto:iStock
La magia del lugar no solo se vive en las profundidades, sino que en la superficie también se puede apreciar esas fuertes raíces mineras y las excentricidades de la ciudad. Por ejemplo, alrededor del pueblo hay carteles que les piden a las personas fijarse por donde caminan, ya que pueden caer en un hueco sin marcar.
También goza de un festival anual, el Coober Pedy Opal, que se celebra el 26 de marzo.
Ese día, los habitantes de la ciudad tienen la oportunidad de reunirse y celebrar sus vínculos culturales. En el festival, las personas pueden disfrutar de comidas y bebidas, puestos de artesanías y mercado, juegos y entretenimiento.
Lo pueden visitar turistas
La ciudad también cuenta con un hotel en donde personas del exterior pueden vivir la experiencia bajo tierra. El Desert Cave Hotel tiene habitaciones bajo tierra en donde los huéspedes podrán experimentar la tranquilidad.
"No hay movimiento de aire ni descarga de aire del aire acondicionado, y como no hay ventanas ni luz natural, se duerme una noche muy tranquila", comentó Provatidis en el medio ya mencionado.
Este hotel también ofrece cuartos en el exterior. Sus visitantes podrán hacer excursiones por el desierto y experimentar cómo se saca el ópalo de la mina.
El Desert Cave Hotel tiene habitaciones bajo tierra en donde los huéspedes podrán experimentar la tranquilidad de este lugar. Foto:iStock
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