En febrero de este año, un menor de edad que salía de su colegio en Usme fue abordado por dos sujetos que le robaron el celular y, además, le propinaron una herida con arma blanca.
Según Sonia Peñalosa, madre del estudiante herido, su hijo salió de una institución educativa ubicada en el sector de Antonio José de Sucre, pero se devolvió para encontrarse con ella. Nunca llegó.
Ella fue a buscarlo y se dio cuenta de que un extraño le estaba jalando la chaqueta mientras que el otro lo apuñalaba. Corrió a socorrer a su hijo y lo llevó de urgencias a un centro asistencial. “Casi me lo matan, Dios mío, si no es porque reaccionan pronto, los médicos no estaríamos con él acá”.
En diciembre del año pasado, el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Carlos Triana, anunció la desarticulación de una banda criminal de nueve personas, dedicadas a utilizar menores para traficar droga en pequeñas dosis en la capital.
Era el grupo delincuencia El Laguito, dedicado a la instrumentalización de menores para la comisión de delitos como el tráfico de estupefacientes
Este despliegue masivo cuenta con el potencial de 22 frentes de seguridad escolar para detectar y desmantelar los grupos criminales que estén asechando a menores con el fin de usarlos para cometer diferentes delitos en la ciudad.
Uno de los últimos casos fue presentado en el norte de la ciudad, localidad de Suba, donde fue hallado 130 dosis de estupefaciente en las afueras de un colegio público que, al parecer, se estaría comercializado a estudiantes de esta entidad.
De este modo, la Policía Metropolitana despliega sus capacidades y oferta institucional para generar acciones de vigilancia, control y disuasión en las entradas y salidas de los colegios, con el fin de garantizar la seguridad de más de un millón cuatrocientos mil (1’400.000) estudiantes, que actualmente estudian en diferentes colegios de las 19 localidades de la ciudad.
“Era el grupo delincuencia El Laguito, dedicado a la instrumentalización de menores para la comisión de delitos como el tráfico de estupefacientes en la localidad de Suba”, señaló.
Solo este año la Policía de Bogotá ha logrado imponer 207 comparendos cerca de los planteles educativos por diferentes comportamientos contrarios a la convivencia, entre ellos, el porte o consumo de estupefaciente y el porte de armas corto punzantes en los entornos escolares de Bogotá.
Este año, luego del regreso a clases de miles de estudiantes en Bogotá, la Policía Metropolitana dispuso más de 1.000 hombres y mujeres policías especializados en la protección a la infancia y adolescencia, prevención y educación ciudadana, patrullas púrpuras y policías investigadores judiciales con el fin de atender diferentes fenómenos delictivos que se puedan presentar en los entornos escolares.
REDACCIÓN BOGOTÁ.