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¿Cómo frenar la ola de atracos en motos que tiene azotada a Bogotá?
Los hurtos en motocicleta aumentaron un 56 % durante el primer semestre, en comparación con 2019.
Expertos en seguridad han propuesto chalecos con número de identificación para los motociclistas. Foto: CARLOS ORTEGA. EL TIEMPO
El pasado 11 de septiembre, 10 delincuentes interceptaron a un ciudadano que se disponía a guardar su automóvil en el barrio Nuevo Muzú para intentar robarlo. Durante los días siguientes, las cámaras de seguridad los registraron nuevamente mientras atracaban a personas en los barrios Mandalay de Kennedy y Bonanza de Engativá.
Todos estos atracos tienen un elemento en común: el uso de motocicletas como vehículos de ejecución y escape. Este medio de transporte, gracias a su maniobrabilidad, es ideal para que los delincuentes puedan escabullirse con facilidad por las calles de la capital.
De acuerdo con Ómar Oróstegui, director ejecutivo de Futuros Urbanos, para generar soluciones a esta problemática primero se debe tener en cuenta que no todos los delincuentes en moto roban de la misma forma. “Hay que monitorear este fenómeno con especial atención, para estimar bien la proporción de delitos que involucran una motocicleta y cuántos con participación de parrilleros”, indicó.
De acuerdo con datos del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional (Siedco), durante el primer semestre del 2021, los hurtos en donde el agresor fue el conductor de la motocicleta aumentaron un 56 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2019. Esto quiere decir que de 1.706 casos se pasó a 2.668. Los robos que tuvieron como protagonista al parrillero disminuyeron un 5 por ciento, es decir, de 1.631 en 2019 a 1.553 en 2021.
Sobre las medidas que se pueden tomar al respecto, Oróstegui plantea que “es necesario abrir el debate para el uso obligatorio de chalecos reflectivos con el número distintivo de placa”, y añade que “esto ayudaría a fortalecer los procesos de identificación e investigación criminal”.
El analista en políticas públicas y de seguridad Johan Avendaño considera que se debería estructurar un plan concreto que involucre a actores viales. “Muchas de las medidas que se toman en Bogotá son circunstanciales y no de fondo. Pese a que ya se han caracterizado las modalidades, los lugares, las horas, los tipos de víctimas, no se ha logrado estructurar un plan concreto. Considero que con toda esta información que se tiene se podrían crear medidas de seguimiento y alianzas con moteros. Estos últimos son un actor supremamente importante dentro de la ecuación”.
La Policía Nacional, con el apoyo de soldados de la Brigada 13 han realizado requisas a conductores de moto. Foto:CARLOS ORTEGA. EL TIEMPO
César Restrepo, experto en estrategia, seguridad y gobierno, considera que “es fundamental entender que este problema no se resuelve en cuestión de días o con medidas paliativas. Para atacar realmente las causas hay que ir detrás de las estructuras que utilizan esta modalidad”.
En la localidad de Usaquén se ha puesto sobre la mesa la creación de una estrategia pedagógica para que los ciudadanos y comerciantes adopten medidas de autoprotección. “Se van a realizar simulaciones de robos con esta modalidad para mejorar la articulación entre las entidades, pero también para poder medir los tiempos de respuesta de las instituciones”, explicó la edil de la localidad Lina García.
La concejal Lucía Bastidas propone que los parrilleros en motos de alto cilindraje tengan una restricción que les impida circular, esto para contribuir a la disminución no solo de los robos, sino de los asesinatos en la ciudad. Esta es una de las medidas que suelen proponerse cuando los casos de inseguridad relacionados con estos vehículos se hacen más visibles, es la limitación del acompañante. Sin embargo, para Andrés Mendoza, líder del gremio de las motos, el análisis que se hace sobre el asunto del parrillero carece de profundidad, porque, dice, “no ataca la raíz del problema y deja de lado la falta de control por parte de las autoridades”.
A su vez, el secretario de Seguridad, Aníbal Fernández, quien se refirió al tema el viernes pasado, considera que antes que tomar ese tipo de medidas se debe contemplar el impacto. Dijo que la restricción al parrillero “no ha tenido mayor incidencia en materia de reducción de delitos, pero sí ha generado un impacto negativo en las actividades económicas de las personas que utilizan estos vehículos”.