Es oficial: en Usme quedará el primer parque arqueológico de Bogotá y, si todo sale bien, entre 2022 y 2023 exhibirá los tesoros arqueológicos encontrados en 2007 en la hacienda El Carmen. Y por eso, el fin de semana, la localidad estuvo de fiesta.
Este sábado y domingo, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) apoyó a la Mesa de Patrimonio Usmeka y a grupos comunitarios en la activación del predio donde quedará el museo con el que soñaron desde que las retroexcavadoras de Metrovivienda les revelaron que sus ancestros estaban bajo tierra, en un complejo “con más de 3.000 contextos funerarios que hablan de más de 800 años de historia: desde el 800 d. C. hasta el 1600”, como explica el arqueólogo Ernesto Montenegro.
Ayer y antier, decenas de ciudadanos participaron de recorridos en el campo, ferias gastronómicas, juegos tradicionales y presentaciones artísticas organizadas por la comunidad para que, nuevamente, Usme sea noticia y Bogotá sepa que allí quedará el museo.
“El festival fue chévere porque muchos vinieron a reconocer este espacio y a generar esa dinámica entre lo urbano y lo rural. Este festival y el futuro parque son el inicio de un sueño territorial”, dice Harold Villay, de la Mesa de Patrimonio Usmeka, y agrega: “Algunos ya partieron de esta vida física y hubieran querido ver el espacio”. Villay se refiere a Jaime Beltrán, el líder campesino que defendió el hallazgo y que, impulsado en 2014 con la declaratoria de la hacienda El Carmen como área arqueológica protegida, luchó para que este espacio fuera de goce para los campesinos de Usme y para todos los bogotanos.
Beltrán murió en julio de este año. Pero el sábado, en una de las actividades del festival, renació en forma de árbol: su familia y amigos plantaron un roble en su nombre. Bajo su sombra, se hará el complejo arqueológico con el que soñó.
El director del IDPC, Patrick Morales, confirmó que su entidad ya tiene asignada una inversión de 2.500 millones de pesos desde el Plan de Desarrollo para el parque. “Y habrá múltiples financiaciones adicionales. Se calcula que se requieren cerca de 7.000 millones. Este año dejaremos adjudicado el concurso de méritos para la actualización del Plan de Manejo Arqueológico –en una fase de prediseño–, en 2021 estaremos en fase de diseño participativo y en 2022 esperamos iniciar la construcción de senderos y algunos de equipamientos culturales. Ese año, ya se podrá acceder al predio y ver algunos de los materiales arqueológicos. En 2023 queremos tener buena parte del proyecto finalizado”, describe Morales.
ANA PUENTES