Nueve de cada diez creativos del país que se dedican al diseño de ropa y rios o a la creación de videojuegos, productos audiovisuales, música, entre otros, están ubicados en Bogotá, pues encuentran en la capital un entorno de negocios óptimo para dedicarse a las industrias culturales, también conocidas como la economía naranja.
Muestra de esos escenarios es el
Bogotá Fashion Week (BFW), la más reciente plataforma de negocios que adquirió la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) y que está enfocada en el sector de la moda,
que solo en la capital cuenta con 30.805 empresas (38 por ciento del total del país) y que exportó 247 millones de dólares en el 2016, lo que corresponde a unos 716.300 millones de pesos. Con ella completa cuatro espacios de negocios de talla mundial, entre los que se encuentran: la Feria de Arte de Bogotá (
ArtBo), el Bogotá Audiovisual Market (BAM) y el Bogotá Music Market (BOmm).
Por eso, no en vano desde hace 13 años, la
Cámara de Comercio de Bogotá le viene apostando con otros actores públicos y privados al impulso de la economía naranja, pues
en la capital se concentra el 92 por ciento de las Industrias Culturales y Creativas (ICC), que en todo el país genera el 3,3 por ciento del Producto Interno Bruto.
Brazo estratégico
La carrera que comenzó hace más de una década para posicionar como una capital ‘naranja’ a Bogotá en Latinoamérica se apoya en el estudio de Especialización Inteligente que entregó el año pasado la Cámara de Comercio de Bogotá, en la que identificó cinco áreas en las que la ciudad y el departamento debían enfocarse para mejorar su productividad.
La primera de ellas es ‘Ciudad-Región Creativa’, que incluye la creación de productos basados en la propiedad intelectual.
Marco Llinás, vicepresidente de competitividad de la CCB, señaló que tanto es el compromiso por este sector, que la mayor parte de los clústeres (grupo de empresas de un mismo sector) con los que trabajan “están en la escala de las Industrias Culturales y Creativas: publicidad, comunicación gráfica, música, moda –incluye textiles, calzado y joyería– y Tecnologías de la Información”, indicó.
Con estos grupos buscan identificar los cuellos de botella que tiene la industria naranja para posicionar a Bogotá en América Latina, como una ciudad líder.
Trabas de crecimiento
Marco Llinás señaló que una de las limitantes que tienen las ICC en la capital es la carencia de capital humano. “No es fácil conseguir personal para ciertos cargos específicos. Esto es un factor que ya tenemos caracterizado y que estamos mirando con Uniempresarial, la filial educativa de la Cámara de Comercio, para brindar algunos cursos que permitan reducir esta brecha”, explicó.
En un estudio de la Cámara de Comercio de Bogotá, realizado el año pasado, se caracterizó el talento humano de las ICC y se identificaron los 10 perfiles que más se requieren en esta industria.
Productor ejecutivo, artista de composición, programador/diseñador, asistente de producción o investigación, editor, animador 3D, ejecutivo de cuenta, gerente istrativo/financiero, director y creativo/diseñador gráfico. Cada uno de ellos varía dependiendo el subsector de la economía naranja.
La idea del estudio es generar un plan de trabajo a cinco años, para reducir esta brecha y fortalecer la industria creativa y cultural. Llinás agregó que otra limitante es la infraestructura, para el caso específico de espectáculos de música en vivo, en la que la capital debe trabajar para aumentar su competitividad si quiere ser una ‘music city’.
Otra de las áreas en las que se enfoca la CCB es en asesoría y fortalecimiento empresarial, de lo que denomina Llinás “de puertas para adentro”.
Esta estrategia consiste en identificar cuáles son los factores internos que están afectando a las firmas. “Tenemos el programa más importante del país. Atendemos a más de 4.000 actores empresariales, con acompañamiento individual, a través del cual podemos abordar y definir las mayores debilidades y buscamos que sean los integrantes de los clústeres los que más accedan a estos” señaló Llinás.
Luces, cámara, acción
El Bogotá Audiovisual Market (BAM), apoyado por la Cámara de Comercio, Proimágenes Colombia y Fondo de Desarrollo Cinematográfico, es una vitrina para empresas dedicadas a producir, distribuir, exhibir películas, videos y programas de televisión, que solo el año pasado llegó a vender más de 2 billones 900.000 millones de pesos, sin contar con la publicidad de estos productos, que movió más de $ 3 billones 209.000 millones.
Esta plataforma arrancó en el 2010, cuando trajo a 15 compradores nacionales y 50 internacionales.
El año pasado atrajo a 357 nacionales y 126 internacionales.
Espacio para las artes
Hoy Bogotá cuenta con cuatro plataformas que fortalecen las industrias creativas y culturales y que fueron adquiridas por la Cámara de Comercio de Bogotá. Con ellas se tienden puentes entre empresarios, compradores nacionales e internacionales y actores de esta cadena de valor.
La más antigua es la Feria de Arte de Bogotá (ArtBo), cuya primera edición se realizó en el 2005. Busca fortalecer el sector de las artes plásticas y generar espacios de formación, circulación y comercialización de estos bienes.
Además, ofrece otros programas durante el año, como ArtBo salas y ArtBo tutor.
La feria, que este año realiza su edición número 13, ha venido aumentando en asistencia. Mientras en el 2005 asistieron 11.000 personas para el 2016 llegaron 35.000.
Según el cálculo de Cifras y Conceptos, el impacto de ArtBo para el año 2015 fue de un poco más de 105.263 millones de pesos y con los ingresos de los cuatro días que dura el evento genera el 0,0792 % del Producto Interno Bruto de la ciudad.
Otro de los avances de esta vitrina de las artes plásticas y la fotografía de la ciudad es que pasó de recibir 93 artistas durante su primera edición, a 500 el año pasado.
En el 2005 no contó con la participación de invitados internacionales, sin embargo en el 2010 logró traer a 28, y seis años después (2016) llegaron 566 entre coleccionistas y curadores extranjeros, lo que muestra el avance en el posicionamiento a nivel mundial.
En el sector de la música
Bogotá Music Market (BOmm) es el espacio de exhibición del mercado que crea, produce y distribuye productos musicales. Arrancó en el 2012. En septiembre de este año se realizará su edición número 6.
Allí se realizan ruedas de negocios, conferencias y jornadas de preparación para las bandas emergentes. En su primer año contó con la participación de 421 empresas asistentes y para 2016 ya eran 1.943 las que buscaban entrar al BOmm. Además, como sirve de espacio para comenzar negocios, el año pasado agendaron 3.118 citas, con un estimado de ventas de 1’800.000 dólares (5.240 millones de pesos).
MICHAEL CRUZ ROA
Periodista de EL TIEMPO