Aún no están tras las rejas los responsables del vil crimen que acabó con la vida de la joven periodista
Natalia Castillo, en la madrugada del 24 de diciembre en Galerías, y ya fue noticia esta semana otro caso de agresión, esta vez contra
Daniela Ávila, en la misma zona.
Del primer caso, y aunque la Policía Metropolitana de Bogotá y la Fiscalía han dicho tener pistas, no hay ni una sola captura. Ella murió herida de gravedad por un grupo de delincuentes que intentaron robarle el celular a la salida de un bar en la localidad de Teusaquillo y su crimen sigue impune.
Se desempeñaba como asesora de comunicaciones de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Por información sobre su asesinato ofrecieron una recompensa de 50 millones de pesos, pero ni eso ha servido. Lo poco que captaron las cámaras de seguridad para dar con la identidad de los homicidas ha dificultado la investigación. Todo pasó de ser una celebración de amigos a una completa tragedia cuando ella salió a responder una llamada a la calle.
Y sin que el país se sacuda aún de semejante dolor, esta semana, otra vez, una mujer fue víctima de una brutal agresión en el mismo sector.
Daniela Ávila, de 25 años, fue la más reciente víctima de la delincuencia en Galerías. Luego de recibir los golpes de tres atracadores, tuvo que ser llevada a la clínica Palermo, donde le trataron las graves heridas en su cabeza. Hoy, la Policía Metropolitana ofrece una recompensa de 20 millones de pesos por información sobre sus atacantes.
Ella trabaja en una empresa operadora de TransMilenio que se llama ETIB, y todos los días suele salir a esa misma hora desde la carrera 17 con calle 53. Diego Ávila relató la forma violenta en que atracaron a su novia, Daniela Ávila, el miércoles 2 de febrero, a las 6 de la mañana, cuando ella salió de su casa rumbo a su trabajo.
Justo cuando transitaba por la carrera 17 con calle 53, pasando por el parque Lleras, fue abordada por tres hombres, uno de los cuales aguardaba en un carro de marca Aveo Emotion de color azul y placas GVR939.
Le pidieron de forma agresiva el celular, y pues ella, como acto reflejo, comenzó a correr por la carrera 20 hacia el sur
La víctima se percató de que uno de ellos tenía un arma de fuego mientras que el otro la amenazaba. “Le pidieron de forma agresiva el celular, y pues ella, como acto reflejo, comenzó a correr por la carrera 20 hacia el sur”, contó su pareja. Los atracadores no la querían dejar huir. La persiguieron hasta que cogieron su maleta y la arrastraron unos cinco metros. La joven solo gritaba que no tenía nada de valor en su poder, mientras los agresores la amenazan con pegarle un ‘pepazo’.
Ella seguía defendiéndose, pedía auxilio y, justo en ese momento, uno de los atracadores la golpeó de forma inclemente con el arma de fuego y la accionó; afortunadamente, no hirió su cuerpo.
Aunque había varios ciudadanos, solo uno en especial la auxilió, fue el mismo hombre que tomó las placas del vehículo en el que se movilizaban los delincuentes, quienes huyeron hacia el norte de la ciudad. “Me llamaron unos extraños y me dijeron que le habían acabado de disparar a mi novia. Quedé en shock e inmediatamente me desplacé al lugar. Cuando llegué, estaba llena de sangre y como no llegó la ambulancia un señor me ayudó a llevarla a la clínica Palermo”, contó su pareja.
Nosotros ya pusimos la denuncia, pero esto que pasó evidencia que los atracos en esta zona siguen pasando y a plena luz del día. Mi novia va a quedar con graves daños físicos y psicológicos
La joven sufrió un trauma grave en su cráneo, tiene afectado el oído y los médicos trataron un sangrado interno que no había cesado. “Nosotros ya pusimos la denuncia, pero esto que pasó evidencia que los atracos en esta zona siguen pasando y a plena luz del día. Mi novia va a quedar con graves daños físicos y psicológicos”, dijo Ávila.
Daniela ya está en su casa y, afortunadamente, no hubo nada más que lamentar. La madre de la joven pidió a las autoridades no descansar hasta no atrapar a los delincuentes. “Fueron extranjeros los que le hicieron esto a mi hija, hay placas, hay que capturarlos”.
Los problemas de inseguridad en esta zona de la ciudad siempre han existido pero se han venido incrementando con el aumento de bares y discotecas y, recientemente, porque la delincuencia puso su lupa en la zona cuando la comunidad en otras localidades se organizó con frentes de seguridad.
El brigadier general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana, cree que hubo una especie de migración de las bandas delincuenciales hacia varios sectores, entre ellos Teusaquillo, debido a que en otras zonas de Bogotá, como Chapinero y Usaquén, se reforzó el apoyo ciudadano, entre otras estrategias. Solo en la zona de Galerías durante el año 2020 se registraron 101 hurtos a personas y en el 2021 hubo un total de 339 casos denunciados. También hubo 2 y 4 homicidios, respectivamente.
Todo esto ha despertado la indignación de los residentes. Habitantes del sector se reunieron para protestar por los nuevos robos violentos ocurridos en el barrio. Muy cerca del ataque de Ávila, en el parque Lleras, un hombre resultó herido en su pierna con un arma de fuego en medio del robo a su vehículo. “Le dieron en una arteria. Gracias a que la Policía llegó rápido le hicieron un torniquete y le salvaron la vida en la clínica Palermo, donde recientemente han llevado a todas las víctimas de la delincuencia”.
Según Claudia Rangel, coordinadora del frente de seguridad de la zona, a solo dos cuadras del parque Lleras desocuparon un apartamento esta semana y el año pasado varias panaderías fueron atracadas, al igual que residencias del céntrico sector.
Ellos afirman que hay varias posibles causas, la disminución del pie de fuerza de la Policía, que las bandas aprovechan los cambios de turno y factores como cuatro lotes baldíos. “Eso creemos, pero la verdad estamos desconcertados porque ahora atracan y tiran a matar. Ha sucedido en varios casos en Bogotá y ahora en Galerías”.
Como a Castillo, en 2021 la inseguridad se ha llevado violentamente a otros bogotanos. Diego Alejandro Pérez, de 23 años, fue asesinado el 16 de diciembre en Gran Granada, de Engativá, por robarle su bicicleta. Los delincuentes lo apuñalaron en el corazón. A Harold Salcedo, de 25 años, también lo apuñalaron para asaltarlo, el 16 de noviembre, a la altura de la autopista Norte con calle 127. Y el 7 de diciembre, dos hombres, en extrañas circunstancias, murieron en medio de atracos, uno en la calle 26 y el otro en Suba. Ambos fueron ultimados con armas de fuego.
Lo cierto es que los residentes de Galerías quieren recuperar su barrio, no solo por lo que su historia representa para Bogotá, sino porque este lugar sigue siendo el hogar de muchas familias bogotanas de antaño.
CAROL MALAVER
Subeditora Bogotá