Hace un poco más de ocho meses, la alcaldía de Bogotá viene tomando una serie de decisiones sobre las zonas de rumba de la ciudad, con el fin de prevenir los hechos de inseguridad y promover el consumo responsable de licor. La última acción al respecto, que se implementó el fin de semana pasado, fue la firma de los pactos de corresponsabilidad con los establecimientos nocturnos.
Y esas decisiones ya están arrojando resultados. Uno de ellos es la coordinación que se ha logrado entre los equipos de logística de bares, gastrobares y discotecas con la Policía, la Secretaría de Seguridad y las alcaldías locales, que aportan los gestores sociales y de convivencia. En el cumplimiento de las medidas se destacan la zona Rosa (Chapinero), Modelia (Engativá) y Cuadra Alegre (en Kennedy), pero sobre todo esta última, según Aníbal Fernández de Soto, secretario de Seguridad.
“Son cerca de 80 personas las encargadas de la logística y el componente adicional de la carpa medicalizada para primeros auxilios y atención a personas en alto grado de alicoramiento o casos de riñas. Es un tema de corresponsabilidad y de todos ponemos, es un buen ejercicio”, destacó el funcionario.
Cuadra Alegre, como el gremio de la noche denomina ahora a ese sector, en un intento por que se olvide el estigmatizado ‘Cuadra Picha’, además de contar con los equipos de logística al ingreso de los negocios y en el entorno, también montó una carpa medicalizada para atender los casos de salud y emergencias que exijan los servicios de primeros auxilios.
La zona de rumba de Cuadra Alegre se divide en dos sectores. Uno es el entorno del centro comercial Plaza de Las Américas, que se ha organizado y se volvió ejemplo para las otras zonas de rumba, y el otro lo conforman los establecimientos sobre la avenida Primero de Mayo, hasta cerca de la avenida Boyacá. Este, no obstante, continúa con retos de seguridad y consumo excesivo de licor.
Así lo reconocen el secretario de Seguridad y los empresarios. “Los de Las Américas están más organizados, tal vez porque hay uniformidad de criterios y buena química entre los empresarios. En la Primero de Mayo no se ha logrado, lo que queremos es que la misma dinámica de Plaza de Las Américas se pueda replicar allá”, dijo Fernández de Soto, quien, no obstante, anticipa que ya están tomando acciones frente al problema de ventas informales.
Álex Taborda, uno de los propietarios de Natural, discoteca bar de esa zona de Kennedy, reconoció que no ha sido fácil cambiar la imagen del sector, que en el pasado tuvo graves problemas por riñas e inseguridad, pero que han logrado avances. “Se ha venido trabajando en temas de seguridad, en los jaladores (las personas que invitan a los potenciales clientes a ingresar), se instaló una carpa de servicios médicos y se uniformó al personal de seguridad para que la gente vuelva a rumbear y a confiar en la zona”, señaló.
Además de los esquemas de seguridad que cada establecimiento tiene, los comerciantes decidieron contratar una empresa de servicios de logística y seguridad, que les permite advertir o reaccionar de manera oportuna ante cualquier situación. Esas acciones, según dijo, son persuasivas. “La persona que va con la idea de cometer algún ilícito, al ver toda la logística y seguridad en el perímetro, prefiere no hacerlo”, afirmó.
Jenny Patricia Angulo, coordinadora general de Orange Logística, la empresa que contrataron los comerciantes para apoyarlos en seguridad y logística, dice que prestan sus servicios viernes, sábados y domingos, cuando el lunes es festivo. Destaca que todo el personal es capacitado y que en eso tiene la colaboración de la alcaldía local.
Explica que en la carpa hay dos enfermeras que atienden desde los casos de personas que necesitan primeros auxilios o ser remitidas a alguna de clínica u hospital hasta de los residentes que tengan alguna emergencia en salud.
Frente al servicio de logística y seguridad, señala que el personal se encuentra uniformado y hace presencia al ingreso de los establecimientos y en la calle. Ellos están pendientes de cualquier situación anormal. “Si vemos que es un problema muy grande, se llama al cuadrante y se le entrega la persona”.
Todo esto ha hecho que la alcaldía de Bogotá quiera ahora que el caso de Cuadra Alegre sea replicado en las otras seis zonas de rumba que tiene la ciudad.
GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ
EDITOR DE BOGOTÁ
En Twitter: guirei24