Conductor de Picap amenazó con secuestrar a una niña por no pagarle con efectivo

Una mujer y su hija, usuarias regulares del servicio de transporte en moto a través de la aplicación Picap, en mensajería y transporte de pasajeros, denunció el que martes 22 de agosto vivieron una completa pesadilla al hacer uso del mismo.

Ese día, un conductor les confirmó el servicio. “Yo compartí con la niña los datos del conductor y ella se sube a la moto. Él, efectivamente, la trajo hasta el conjunto. Cuando ella se baja, él le pide que le cancele la carrera, que eran 5.000 pesos, pero ella le dice que no le puede pagar porque es una niña y que el pago ya se hizo con tarjeta de crédito”.

Le dijo que hablara con la persona adulta que solicitó el servicio. “Yo recibí una llamada del conductor y este me dice que él no recibe pagos por tarjeta de crédito y que le pagué por Nequi o por Daviplata. Yo le expliqué que el pago se hace por la aplicación y que mi tarjeta estaba vinculada. Le dije que finalizara el servicio y que el dinero le ingresaba a su cuenta”.

Luego solo fueron insultos y amenazas. “Me dijo que yo no sabía con quién me había metido, que me comiera los 5.000 pesos. Le volví decir que solucionara el problema con la aplicación. Luego le colgué”.

Ese mismo día, la madre de la menor, recibió dos mensajes de texto en donde el conductor de la moto la amenaza con raptar a su hija en el colegio y que así se va a cobrar los 5.000 pesos. “Me dijo que no me imaginaba la forma en la que lo iba a hacer. Textualmente, me dijo: me la voy a sollar y luego se la dejo tirada en el conjunto. No se imagina lo que le voy a hacer. Yo tomé todos los pantallazos y le avisé a la aplicación”.

Esta mujer ya había denunciado una forma de estafa. “Los conductores recogen a la persona, no inician el servicio, pero se quedan con tus datos. El pasajero se sube a la moto y lo que hacen es pedirle indicaciones al por donde tienen que ir. Cuando llegan al destino, cancelan el servicio y te piden la plata en efectivo. Tú nunca tienes el récord de que esa persona estuvo contigo. A mí en la aplicación no me aparece que hubiera estado en o conmigo o que yo le hubiera hecho un pago”.

La familia reportó las amenazas y pidió los datos del conductor. “Ellos me dieron nombre, apellido, cédula y dos teléfonos. Solo me dijeron que lástima lo que me pasó, pero que los servicios son solo para mayores de edad. Desestimaron toda la amenaza”.

Pidieron ayuda a la recepción con el cuadrante de la Policía. “Es que comencé a recibir extrañas llamadas. Y por eso le pedí ayuda a los oficiales y lo tomaron muy a la ligera. Le dije que había encontrado algo atípico con la cédula. Cuando buscaron se dieron cuenta de que tenía varios antecedentes como tráfico de armas, concierto para delinquir, entro otros. Tenía hasta condena”.

Al ver semejante prontuario, ahí sí le dijeron a la familia que la niña no podía volver a su colegio y que había que poner, inmediatamente, una denuncia en la Fiscalía. “Fui a la sede de Suba, pero allá me dijeron que no me garantizaban que el fiscal lo asumiera y que lo más segura es que archivaran en caso. Luego de explicarle los antecedentes del hombre involucrado, pasó lo mismo que con la Policía, me dijeron que yo debería mudarme. Hasta me dieron los os de Gaula. Nos tocó parar nuestra vida”.

La niña está afectada emocional, psicológica y mentalmente. “Ella ha dicho que hasta quiere cambiarse el color de su cabello”.

REDACCIÓN BOGOTÁ

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