El clan familiar detrás de la seguidilla de robos de camionetas de alta gama en tres localidades de Bogotá

La banda criminal tenía una renta que superaba los 5.000 millones de pesos. La mayoría pertenecían a la misma familia.

Autoridades capturaron a la banda dedicada a robar carros de alta gama en Bogotá Foto: Secretaría de Seguridad

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Jonathan Toro Romero

PERIODISTA DE BOGOTÁ27.06.2024 16:12 Actualizado: 28.06.2024 08:53

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Como los Millán Chaguado fueron identificados los seis de la banda criminal ‘Los ‘Toyotanos’ que fueron capturados luego de tres meses de labores de inteligencia de la Policía Metropolitana de Bogotá y de la Fiscalía seccional Bogotá. Esta estructura criminal estaba conformada por de la misma familia que tenían como objetivo el robo de camionetas de alta gama como las Toyota TXL.

Directo a la cárcel estos delincuentes que habrían participado en al menos 22 hurtos de vehículos de alta gama.

Tras tres meses de investigación se logró este importante resultado contra ‘Los Toyoteros’.

La información de la ciudadanía fue clave para capturarlos. 📲Llame al 123 pic.twitter.com/SFszeNnEXv
— Secretaría de Seguridad BOG (@SeguridadBOG) June 27, 2024

“En tres meses de investigación, desde el primer hecho ocurrido por estos delincuentes se hizo el seguimiento y el análisis de toda la información y de las pruebas para que hoy estén aquí capturados y con medida de aseguramiento. Hacemos un llamado a la ciudadanía a no comprar repuestos de carros robados, ni en establecimientos comerciales de dudosa reputación. Hay una responsabilidad muy grande de no alimentar estas estructuras criminales” aseguró César Restrepo, secretario distrital de seguridad.

EL TIEMPO se puso en o con el investigador que lideró la operación en contra de esta estructura familiar y quien confirmó que esta organización tenía azotada a las comunidades de las localidades de Kennedy, Engativá y Puente Aranda al haber realizado al menos 22 robos de camionetas de alta gama.

Labores previas de Policía Judicial, como interceptaciones telefónicas, declaraciones juradas, inspecciones judiciales, reconocimientos fotográficos, análisis de videos y entrevistas, permitieron identificar el modus operandi de este grupo delincuencial.

“Los criminales perfilaba a las víctimas y se aprovechaban de lo que se llama criminología ambiental, que es la relación entre las víctimas y el victimario con el entorno donde se cometen los delitos (...) entonces tenían clara la hora en que las víctimas llegaban a sus casas, cuando abrían el garaje y tenían claro cómo ingresar y abordarlos con armas de fuego para amedrentarlos”, detalló el investigador del caso.

Incluso, gracias a esta operación se pudo determinar que en varios de los casos denunciados, y que condujeron la investigación, las víctimas eran secuestradas y movidas por varios barrios de la ciudad. Durante el trayecto también eran golpeadas y luego abandonadas en la calle. Dice el investigador que está técnica también hace parte del modus operandi que usan los criminales para asegurarse de infundir el suficiente miedo en sus víctimas para que no denuncien los hechos.

Cuatro de los seis integrantes del grupo delincuencial eran de una misma familia. Estos hombres y mujeres usaban las mismas camionetas que robaban para perpetrar otros robos y crímenes y, de esa manera, evitar ser rastreados por las autoridades y minimizar el riesgo de las operaciones.

Como ya se ha vuelto común en los criminales que operan en Bogotá, su mayor debilidad son las redes sociales. Dicen los investigadores que un hecho clave para dar con estás capturas fue el uso que los ladrones le dieron a sus cuentas de internet donde publican sus movimientos y registraban cada robo que hacían.

Con la desarticulación de esta estructura delincuencial se logró afectar las rentas criminales producto de la venta ilegal de autopartes de vehículos de alta gama en por lo menos 5.000 millones de pesos.

“Las camionetas eran ofertadas en los mercados ilegales en los que vendían cada una en 225 millones de pesos, por lo que la renta criminal ascendía a los 3.000 millones de pesos (...) sin embargo se sabe que para maximizar sus ganancias, los criminales desguazaban los carros para venderlos por partes o las vendían en otras ciudades para minimizar las opciones de ser encontrados”, dijo el oficial de la Sijín.

Luego de las investigaciones se conoció que esta no era la primera vez que la banda de los ‘Toyotanos’ golpeaba a los bogotanos, ni que el robo de camionetas de alta gama era la única renta criminal de la que se lucraba.

Según los datos del Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA), estos criminales tienen anotaciones por los delitos de hurto calificado y agravado, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, violencia intrafamiliar, daño en bien ajeno, lesiones personales, uso de menores de edad en la comisión de delitos, fuga de presos, receptación, porte o tenencia de armas de fuego, rios, partes o municiones y secuestro extorsivo agravado.

JONATHAN TORO ROMERO

Redacción Bogotá

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