En una acción conjunta entre la Policía Metropolitana de Bogotá y la Fiscalía Seccional Bogotá capturó al delincuente conocido como ‘Frozen’, conocido como el tormento de los universitarios y jóvenes de Bogotá por ser sus principales víctimas.
Por otro lado la Seccional Bogotá de la Fiscalía General de la Nación, logró que un juez
de la República enviara a prisión a Juan Sebastián Cubillos Toledo, alias Frozen, de 24 años. Labores de policía judicial evidenciaron que el procesado habría participado en, al menos, cinco hurtos a estudiantes de distintas universidades de Bogotá.
Según la investigación, los delitos habrían sido cometidos en las localidades de Usaquén y Chapinero. Las víctimas en algunas oportunidades serían engañadas por el presunto implicado; y en otras intimidadas con armas y amenazadas con la posibilidad de hacerles daño en caso de rehusarse a entregar sus pertenencias.
Dentro de su historial criminal están varios hurtos violentos en contra de estudiantes universitarios, en 2018 había sido capturado por la misma conducta y en el 2021 también fue detenido por el delito de cohecho.
Los detalles de esta importante captura fueron dados a conocer por el coronel Hebert Benavidez Valderrama, subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá. "A través de la seccional de Investigación Criminal y la Fiscalía capturamos a Juan Sebastián Cubillos, conocido como Frozen. Esta persona es recurrente en materia delictiva. Había sido capturada inclusive en otras ciudades como Manizales donde le habían endilgado el delito de cohecho".
Este delincuente operaba, principalmente, en los corredores universitarios y en localidades como Usaquén y Chapinero. Está relacionado con, al menos, diez hurtos durante solo este año. "En el momento de su captura, Cubillos tenía una medida de aseguramiento domiciliario por los delitos de hurto calificado y agravado".
La Policía solicita a todas las víctimas de este hombre que denuncien ante las autoridades pertinentes.
El seguimiento de EL TIEMPO
“¡Cambiémonos de acera, mire, ahí viene Frozen!”. Este delincuente era tan conocido por los jóvenes de Chapinero y Usaquén que ya lo tenían identificado. Lo importante era saber cómo escabullirse; de lo contrario, era robo seguro. Adiós billetera, celular o tenis. Un hombre de tez blanca, jean y mediana estatura que fanfarroneaba a través de las redes sociales sembró el terror en las calles.
Esa era el voz a voz a las afueras de varios colegios y universidades, pero cada vez que Frozen era capturado empezaban a aparecer cada vez más víctimas y más modalidades de robo de este hombre que, según la Policía Metropolitana de Bogotá, tiene 25 años.
Una de las quejas fue remitida desde el año 2017 a los encargados de seguridad de un reconocido centro comercial de la localidad de Chapinero. “Un día, a eso de las 10 de noche, mis amigos y yo fuimos abordados por dos sujetos que nos intimidaron y nos robaron tres celulares, un reloj, dinero en efectivo y, además, nos obligaron a sacar plata de un cajero de Servibanca del primer piso”, cuenta la víctima. Lo más grave es que la mitad del suceso ocurrió mientras los ciudadanos pagaban el parqueadero, dentro del complejo comercial.
Los dos hombres, según ellos incluido ‘Frozen’, les dijeron que les iban a meter ‘un pepazo’ porque los habían mirado mal y que ellos eran distribuidores de droga de respeto.
Luego, los delincuentes se las ingeniaron para sacarlos del centro comercial y terminarlos de atracar. “Nosotros tuvimos a las cámaras de seguridad. No sé por qué no hicieron nada. Ahí vimos el rostro del que nos robó”. EL TIEMPO tiene copia de la denuncia a la Policía de este caso.
También se conoció del atraco a un joven de 15 años, en un centro comercial del norte de Bogotá. “Un tipo se me sentó al lado, me intimidó con un arma y me sacó hacia la calle. Ahí me robó el celular y el reloj”.
Pero ‘Frozen’ no solo operaba en centros comerciales. De acuerdo con sus víctimas, también en la calle . “Un día estaba caminando con un amigo, a las 9 de la noche, por la avenida 19 entre calles 116 y 122, en el norte, cuando de repente ‘Frozen’ y dos tipos más nos abordaron”. Cuenta el joven que primero les ofreció marihuana, pero cuando la rechazaron empezaron a bloquearles el paso. “Nos decían que no tuviéramos miedo, que eran los patrones de la zona y que de ellos dependía que las ratas no estuvieran cerca porque su negocio era la droga”.
Los jóvenes cuentan que les mostraron fajos de dinero y un revólver. Los delincuentes tenían tan planeado su guión que para atormentar a los incautos les decían que ellos podían delinquir libremente porque tenían comprada a la policía del cuadrante y que por eso eran libres de “vender droga” sin temor a ser capturados.
Finalmente, después de una larga conversación, les pidieron los celulares y las contraseñas de estos. “No opusimos resistencia por miedo al arma que aparentemente tenían y al estar en desventaja numérica. Yo sí denuncié. Me sentí bien cuando me enteré que habían sido capturados, pero deben coger a toda la banda”.
Y fue precisamente esta seguidilla de casos, más una cadena de WhatsApp, en la que una mujer denunciaba cómo a su hijo lo habían intimidado y atracado en un centro comercial, lo que generó la indignación.
El acusado de los robos había cometido tantos delitos que sus víctimas decidieron montar una página de Facebook para que, con las denuncias, fueran apareciendo más jóvenes afectados. La estrategia no pudo dar mejores frutos. El espacio virtual llegó a tener casi 700 participantes, según contó la mayor Claudia Martínez, jefe de delitos contra la seguridad ciudadana de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Los frutos de la investigación dieron rápidamente resultados. Se supo que el hombre solía recorrer varios centros comerciales de la ciudad, sobre todo aquellos que quedaban cerca de universidades o colegios reconocidos.
Su forma de operar estaba clara. Primero interceptaba a los jóvenes; luego, a través de artimañas, se ganaba su confianza y, finalmente, se las arreglaba para despojarlos de sus pertenencias. Claro, después se ponía violento y utilizaba armas blancas.
Cada caso fue investigado por la Policía hasta dar con el sujeto, quien fue capturado finalmente en la localidad de Mártires.
Se supo que solo tiene 2 años y que ya tenía antecedentes por hurto agravado y calificado. Los casos expuestos por sus víctimas fueron suficientes para que un juez lo cobijara con medida de aseguramiento en un centro carcelario.
Este hombre cuyo nombre real es Juan Sebastián Cubillos, se exponía a pagar 12 años de prisión por el delito de hurto calificado y agravado pero, paradójicamente, estaba en libertad otra vez hasta hoy que anuncian de nuevo su captura.
REDACCIÓN BOGOTÁ
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