Luego de siete días de intensa búsqueda, Hellen Rodríguez finalmente dio con el paradero de su hermana Karen. Sin embargo, el reencuentro entre las dos no fue el esperado. Karen, de 20 años, apareció desnuda, cubierta de lodo y abandonada sin vida en la cuenca del río que atraviesa el parque Cantarrana de la localidad de Usme. Múltiples hipótesis y testigos rodean el caso.
Era un témpano de hielo pero una amiga fiel. Teníamos nuestras diferencias, pero sabíamos que estábamos juntas en la vida. Ella fue esa hija que nunca tuve y que no quiero tener
La joven habría desaparecido del radar de su familia y amigos desde el viernes 10 de junio, cuando, misteriosamente, dejó de responder llamadas y mensajes. Su madre, en un intento por encontrar respuestas, llegó hasta el conjunto residencial donde Karen vivía sola y allí encontró la puerta abierta, las llaves pegadas de la chapa y, lo que era aún más raro, ningún signo de violencia, forcejeo o hurto.
“Karen era una mujer muy tranquila. Le gustaba leer, estar en la naturaleza y no tenía problemas con nadie”, así la describió su hermana. La joven estaba a punto de iniciar una nueva etapa laboral en la empresa de confección de textiles de su familia; no obstante, nunca llegó a la cita que había pactado con su madre y hermanos el día que desapareció.
Aunque la muerte de Karen sigue siendo un misterio y no hubo nunca un reporte oficial donde se conocieran detalles sobre la forma en que falleció, los vecinos declararon que la joven no habría desaparecido desde el viernes 10 de junio. Por el contrario, los relatos de los testigos dicen que la última vez que se la vio fue el miércoles 15 de junio. Sin embargo, la mujer ya no era la misma de siempre.
Una de las empleadas de servicio del conjunto en el que vivía Rodríguez afirmó haberla visto el miércoles 15 junio y, según esta declaración, “Karen estaba como ida, como si estuviera escopolaminada”. Durante el proceso de búsqueda tres personas afirmaron haberla visto esa semana deambulando por la zona.
Para sus amigos, Karen fue una amante de la música, del rap y las letras profundas. Aunque la describieron como una mujer fría y sarcástica. La joven gozaba de la confianza y lealtad de sus allegados. Yury Cuesta, una de sus amigas señaló que “era un témpano de hielo pero una amiga fiel. Teníamos nuestras diferencias, pero sabíamos que estábamos juntas en la vida. Ella fue esa hija que nunca tuve y que no quiero tener”.
Pero todo en este caso es aún más extraño. Los testimonios de las últimas personas que la vieron con vida no coinciden. Aunque algunos hablan de que la mujer deambulaba en la calle vistiendo ropa ancha y aparentemente desorientada, otra residente del conjunto Bosques Bogotá III, donde ella vivía, aseguró que vio a Karen esos últimos días en el conjunto leyendo la Biblia.
Pese a esto, sus hermanas dicen que Karen estaba a punto de tomar una gran decisión, como era la de irse del país en busca de nuevos rumbos. Por eso debía dejar sus gatos, lo que le pudo generar un estado de gran tensión.
Una mezcla de hipótesis
La Fiscalía General tomó el caso de Karen Rodríguez y dijo que habría total reserva sobre el avance de la investigación por petición de sus familiares. Sin embargo, cuando EL TIEMPO consultó a su hermana, esta mencionó que dentro de las hipótesis del caso no se podría descartar un homicidio o incluso un suicidio debido a las extrañas condiciones en las que se produjo la muerte.
“Para mí, el sospechoso puede ser el muchacho con el que ella se la pasaba. También es sospechoso un vecino que hizo cosas raras cuando nosotros fuimos a buscarla, como abrir y cerrar las cortinas, prender y apagar las luces y hacer formas con las manos alumbrando con una linterna hacia el apartamento de Karen”, señaló Hellen.
Pero así como a estos dos hombres que vivían cerca a la mujer desaparecida, Hellen también mencionó el extraño comportamiento de otro de los vecinos de la joven. “Hay un vecino que siempre saludaba a mi mamá, pero a penas la vio el viernes aceleró el paso y se tapó con la capota. Quizá son cosas de nosotros, porque no sabemos al fin si fue un homicidio o un suicidio”.
Otro elemento clave en la búsqueda de la verdad del caso, podría estar en las redes sociales de la mujer. Karen, días antes, habría publicado mensajes en sus redes sociales que darían cuanta de algunas inconformidades con algunos aspectos de su vida y que podrían llamar la atención sobre la posibilidad de un suicidio.
El hallazgo
Aunque la familia de Karen inició una fuerte búsqueda desde que sintió la ausencia de la joven, no fue sino hasta el jueves 16 de junio cuando la reportaron oficialmente como desaparecida.
“Visitamos varios centros hospitalarios en Usme, Unidades de Reacción Inmediata en Puente Aranda y Molinos e, incluso, buscamos en una UPJ. Sin embargo, no tuvimos éxito”, Dijo Hellen.
Aunque no perdían la esperanza de encontrarla con vida, las sospechas de un desenlace trágico empezaron a hacerse más fuertes cuando una tía de la mujer desaparecida dijo que había recibido una llamada en la que afirmaban haber encontrado un cuerpo en la orilla del río que pasa por el parque natural Cantarrana. “Dijeron que ese cuerpo tenía características similares a las de Karen”.
Sin embargo, aunque ya se había dado esta alerta, la familia denunció que las autoridades nunca informaron del hallazgo y que incluso, cuando se acercaron a la estación de Policía de Monteblanco, Usme, nadie les dio información ni les prestaron atención.
Sobre las tres de la tarde del sábado 18 de junio Medicina Legal confirmó la identidad del cuerpo encontrado en el río; se trataba de Karen Dayana Rodríguez Torres, quien llevaba cerca de 24 horas de muerta en el momento de su hallazgo.
REDACCIÓN BOGOTÁ
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