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Colombianos en Chile: La historia de dos bogotanas que luchan por su vida
La familia señaló que no ha recibido ayuda de la Cancillería. Denuncian malos tratos en el hospital.
Las dos mujeres permanecen en una unidad de cuidados intensivos. Foto: Archivo particular
¿Se ha imaginado salir de vacaciones a un país desconocido y ser víctima de un terrible accidente que le impida regresar a su lugar de origen? Esa es la historia de dos bogotanas que viajaron a Chile a pasar una temporada y hace más de 40 días se encuentran internadas en una unidad de cuidados intensivos luchando por su vida, luego de que una camioneta estrelló el carro en el que se movilizaban en la ciudad de Calama.
Las dos mujeres estaban de vacaciones en Calama, Chile. Foto:Archivo particular
21 de agosto
Lo que parecía ser un viaje de turismo normal se convirtió en la peor pesadilla de Claudia Jazmín Soto y Alejandra Martínez Soto, madre e hija, que desde el pasado mayo viajaron al país austral para pasar una temporada. Íngrid Katherine Vargas, cuñada y tía de las víctimas, le contó a EL TIEMPO el drama por el que atraviesa la familia que no ha logrado una repatriación médica para sus familiares.
“Estaban juntas en un centro comercial haciendo algunas compras de rutina. Claudia le pidió a Alejandra que pidiera un servicio de carro InDriver para regresar a la casa y cuando iban de regreso una camioneta de alta gama colisionó contra el carro en el que iban ellas dos”, así narró Vargas el momento en el que las dos mujeres casi pierden la vida.
En los videos de seguridad aportados por los Carabineros de Chile es posible observar que el carro en el que viajaban las dos mujeres no atendió la señal de pare que estaba en el cruce donde se presentó el accidente y que otro sujeto, que viajaba a gran velocidad en una camioneta grande, colisionó contra la puerta de atrás de los pasajeros.
Pero ¿qué pasó esa noche? El informe entregado por los investigadores de la ciudad de Calama señaló que un coctel de factores fue lo que ocasionó el trágico accidente. Por un lado, el conductor de la plataforma que habían contratado Claudia y Alejandra no contaba con una licencia de conducción vigente, además, el otro hombre que chocó el carro en el que viajaban las mujeres fue hallado en estado de alicoramiento en el momento de siniestro; sin contar que tampoco contaba con permiso para conducir.
“Debido a las graves heridas de mis dos familiares son trasladas de urgencia al hospital local Doctor Carlos Cisterna en la ciudad de Calama, donde les prestan los primeros auxilios y las internan en la unidad de cuidados intensivos. El pronóstico de Claudia no es alentador, ella tiene un daño cerebral permanente, mientras que Alejandra quedó con serias complicaciones en su columna”, contó Vargas.
Uno de los conductores estaba bajo los efectos del alcohol. Foto:Archivo particular
El viacrucis
Cancillería no nos ha dado un lineamiento ni una respuesta. Solo queremos que alguna entidad del Gobierno nos ayude para traerlas de nuevo.
Pese a que las mujeres fueron atendidas oportunamente luego del accidente, sus familiares denuncian una serie de malos tratos en el centro hospitalario de Chile; además de no haber recibido ningún tipo de ayuda efectiva por parte de la Cancillería colombiana, que se ha limitado a pedirles una serie de documentos que acrediten la veracidad de los hechos ocurridos el pasado 21 de agosto.
Han pasado 46 días desde que Claudia ingresó a la UCI, desde ahí una serie de hechos desafortunados han provocado que cada día las mismas acciones médicas sean un riesgo para su vida. Sus familiares le contaron a este diario que aunque la mujer permanecía en la unidad de cuidados intensivos, un parte médico que aseguró que estaba mejorando logró que fuera traslada a una habitación normal, pero la realidad es que la mujer aún permanecía en un estado de gravedad latente.
Contó Íngrid Katherine Vargas, cuñada de Claudia, que “le practicaron una traqueotomía porque ya no necesitaba de respiración artificial, pero las enfermeras nunca la atendieron. La herida se le infectó, nunca le cambiaron los pañales, no la limpiaban ni la ayudaban. Tan extrema fue la situación que Claudia tuvo la semana pasada un paro cardiorrespiratorio y tuvo que ser internada en la UCI de nuevo. Nadie nos ayuda y ella cada vez está peor”.
Pero ahí no termina el drama para esta familia. Aunque Alejandra, de 20 años, logró salir de la UCI y tener una recuperación más acelerada que su madre; lo cierto es que también ha tenido días duros, y más desde que fue trasladada al Hospital Regional de Antofagasta, a 220 kilómetros de distancia de donde su madre se debate entre la vida y la muerte. Alejandra fue sometida a dos cirugías para tratar de recuperar su columna vertebral, que quedó casi destruida luego del accidente.
No obstante, el resultado de la primera cirugía no fue positivo pues luego de esta, los médicos le informaron que a causa de una infección que recorría su cuerpo habría contraído meningitis y que debía volver a ser internada de emergencia en la unidad de cuidados intensivos.
La denuncia
Ninguno de los conductores tenia permiso de conducción. Foto:Archivo particular
Natalia, una de las hijas de Claudia, fue la única que pudo viajar hasta Chile a supervisar la atención de su madre. Sin embargo, ha sido ella quien ha tenido que presenciar no solo el delicado estado de salud de Claudia, sino el trato “humillante e inhumano” que le han dado a la mujer en uno de los hospitales de ese país.
“Hemos ido a la Cancillería de Colombia en Chile y a la sede de aquí de Bogotá y no nos dicen nada, solo nos dieron una serie de documentos que debíamos presentar y luego de eso solo nos respondieron que el caso se estaba remitiendo a la unidad encargada. Desde eso nunca más volvimos a saber nada y ellas siguen atravesando la dura situación”.
Sin embargo, Íngrid Vargas dijo que lo único que la familia pide es una ayuda para poder realizar el proceso de repatriación médica de las pacientes desde Chile a Colombia, pero que la Cancillería les ha dicho que para este proceso es necesario que los pacientes tengan un estado de salud estable, lo que aleja a Claudia de esta opción porque su pronóstico médico es delicado y reservado.
“El seguro de viaje solo cubre los primeros 90 días en el país y ellas ya pasaron ese límite. Como siguen internadas, la cuenta médica sigue sumando y no sabemos cuánto costará y cómo lo vamos a pagar. Necesitamos ayuda del Gobierno porque aquí ellas pueden acceder a un mejor servicio de salud de su EPS”, dijo Vargas.
No obstante, aunque han tocado todas las puertas posibles, la realidad es que ambas mujeres, con pronósticos diferentes, siguen a la espera de un milagro y de una respuesta de la Cancillería de Colombia para regresar al país y no perder la batalla contra la muerte.