Son más de 7.800 las atenciones por maltrato animal en Bogotá

Las prácticas que tenían las personas con los animales hace dos o más décadas hoy son rechazadas por la mayoría, que siente repudio por los malos tratos que se les dan, sobre todo a perros y gatos. Por tal razón se han incrementado las denuncias y la visibilización en general de estos casos.

Sin embargo, este tipo de comportamientos todavía se registran en ciudades como Bogotá, que en el primer semestre de este año reportó la atención de 7.851 animales, de acuerdo con el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal.

De estos, 1.061 fueron atendidos por urgencias veterinarias y 2.387, a través de brigadas médicas. Asimismo, 153 animales ingresaron a la Unidad de Cuidado Animal por situaciones como abandono y negligencia, las dos formas más comunes de maltrato animal en la ciudad.

Las localidades con mayores cifras de maltrato animal, según el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal,  durante este año son Teusaquillo, con 927 animales; Usaquén, con 807; Suba, con 638, y Bosa, con 440 animales reportados.

Lo que preocupa de esta situación es que estos casos van en aumento, dado que, con corte al 30 de junio de este año, los animales atendidos por el Escuadrón Anticrueldad fueron 3.626, pero a principios de octubre ese número llegó a 5.278. Situación similar se presenta en las visitas de verificación de condiciones de bienestar; en el primer semestre del año, se registraron 1.581, pero hoy suman más de 4.030.

En uno de estos hechos se logró el rescate de tres llamas en la plaza de Bolívar, el fin de semana pasado: dos de ellas fueron aprehendidas debido a que presentaban baja condición corporal, alteraciones dermatológicas por hongos y ácaros, como también problemas de mordida por sobrecrecimiento y ausencia dental.

Ese día, otro ejemplar fue rescatado, ya que su cuidador la exponía a largas horas de caminatas y ayuno, además de condiciones de explotación. Actualmente, las llamas se encuentran bajo el cuidado del personal profesional en las instalaciones de la Universidad Antonio Nariño.

La senadora y activista por los derechos de los animales Andrea Padilla destacó la labor de rescate y agregó que “ese fenómeno, como en su momento lo fueron las horribles carreras de cuyes en la carrera 7.ª o los vehículos de tracción animal, que logramos abolir, debe desaparecer de la mano de alternativas para las personas”.

Padilla ha colaborado con la prohibición del comercio de animales bajo el acuerdo 801 de 2020, con el que también se han realizado operativos en las tiendas de la avenida Caracas y en las plazas de mercado.

A su vez, la senadora enfatizó en que es importante que las ciudades cuenten con lugares a donde llevar a animales domésticos y silvestres rescatados o aprehendidos para que tengan la oportunidad de ser valorados por un equipo veterinario. “De lo contrario, la implementación plena de la Ley 1774 —que debe ser reformada, para lo cual presentamos un proyecto de ley que está en la Comisión Primera del Senado— se quedará en anhelo”, agregó.

Otro de los hechos de explotación animal que se han conocido es la utilización de perros para pedir dinero. Este es el caso de Lila, una perrita que fue rescatada en bajas condiciones de bienestar en La Candelaria cuando era custodiada por un habitante de calle, según informó el Distrito.

De igual manera, se está iniciando el trámite en la plenaria del Senado del proyecto de Ley 085, el cual busca “prohibir progresivamente las prácticas de entretenimiento cruel con los animales”, como corridas de toros, peleas de gallos, y la regulación de las corralejas.

La ciudadanía puede ayudar a proteger la vida de los animales haciendo una tenencia responsable y amorosa de sus animales de compañía. Eso implica esterilizarlos, ponerles su placa de identificación, enriquecerles el espacio y brindarles tiempo de calidad y atención veterinaria cuando lo requieran, como mencionó Padilla.

Además, la activista por los animales recomendó la adopción como una medida para proteger la vida de los animales, ya que así no se alimenta un negocio donde las hembras son explotadas como máquinas de producción y los pequeños son separados prematuramente de sus madres.

Las personas también pueden ayudar brindando hogares de paso o realizando donaciones a fundaciones que requieran de apoyo económico o en alimento.

KEVIN STIVEN RAMÍREZ QUINTERO

Escuela de Periodismo Multimedia EL TIEMPO