Aunque se encuentra en libertad, el patrullero Wilmer Alarcón –quien le disparó al grafitero Diego Felipe Becerra el 19 de agosto de 2011– fue encontrado culpable y será condenado por el homicidio de Becerra.
Al uniformado se le halló culpable por homicidio agravado, lo que podría darle una pena entre 33 y 50 años de prisión.
De esta manera, se demostró que Diego Felipe Becerra no era un atracador que había perpetrado un robo en una buseta de servicio público, como señalaron las primeras versiones de la Policía.
También se ratificó que Becerra no portaba una pistola el 19 de agosto, y que tampoco había intentado atacar al patrullero Alarcón cuando este lo requirió para realizarle una requisa, como había justificado inicialmente el uniformadopara dispararle al grafitero.
“El juez dejó además en claro que el patrullero había requisado a Diego Felipe y que él sabía que no representaba ningún peligro, y que se encontraba en completo estado de indefensión”, señaló Gustavo Trejos, padre de crianza del grafitero.
Además se estableció para este caso que Becerra estuvo haciendo grafitis desde la calle 169 hasta la 116 con avenida Boyacá, donde fue ultimado, y que sí había accedido a la requisa que le solicitó el patrullero Alarcón, y que este no le encontró ningún arma.
“El juez dejó en claro que Alarcón había requisado a Diego Felipe y que él sabía que no representaba ningún peligro, y que se encontraba en completo estado de indefensión”, añadió Gustavo Trejos.
Y aunque a
Alarcón lo dejaron en libertad el pasado viernes por vencimiento de términos, ya que habían pasado más de 150 días sin que se hubiera conocido un fallo en este proceso, el juez que llevó el juicio por este caso ordenónuevamente la captura del uniformado.
“Esperamos que lo capturen este martes, porque nos preocupa que a Alarcón le pase algo, ya que las personas que están involucradas en este proceso han demostrado que son capaces de hacer muchas cosas”, concluyó Gustavo Trejos.
Proceso discliplinario
La Procuraduría General de la Nación destituyó e inhabilitó en primera instancia por 12 años al subintendente Juan Carlos Leal Barrero y a los patrulleros Fredy Esneider Navarrete Rodríguez y Nelson Daniel Rodríguez Castillo, policías adscritos a la Estación de Policía de Suba, por participar en la alteración de la escena de este crimen.
Sin embargo, en este proceso disciplinario fueron absueltos el coronel José Javier Vivas Báez, quien para la época era subcomandante de la Policía de Bogotá; el coronel Nelson Arévalo, quien comandaba la Policía de Suba el día del homicidio, y el subintendente Rosemberg Madrid Orozco, comandante del CAI de los Andes, en el que estaba adscrito el patrullero Wilmer Alarcón, también de la zona de Suba.
“La condena al patrullero es muy buena noticia para cubrir ese halo de impunidad que se generó en la Procuraduría al absolver a los coroneles por su responsabilidad en la alteración de la escena del crimen”, aseveró Gustavo Trejos.
BOGOTÁ