Plan de desarrollo: vienen cambios para las comisarías de familia en Bogotá; ¿qué va a pasar con estas entidades?

Pero si bien en el artículo que contempla esta iniciativa no profundiza en el objetivo, solo indica que “en ningún evento habrá suspensión de los servicios que se prestan” y que “se deberá garantizar la continuidad de la atención”, la idea de la actual istración distrital es mejorar la atención y la cobertura.

Las comisarías de familia son consideradas la puerta de a la justicia para las víctimas de violencia en el contexto familiar. En otras palabras, estos organismos son los encargados de brindar atención especial a niñas, niños, jóvenes, mujeres, adultos mayores y personas con discapacidad.

Actualmente, en Bogotá hay 37 comisarías de familia, de las cuales dos ofrecen atención permanente las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Además, hay dos comisarías móviles que atienden en la periferia de la ciudad y el servicio Una Llamada de Vida, que es una línea telefónica que funciona de domingo a domingo. 

En estas entidades son atendidas actualmente un promedio 13.000 personas al mes.

Roberto Angulo, secretario de Integración Social, explicó en entrevista con EL TIEMPO que el traslado de una secretaría a otra era una decisión que se venía trabajando “mucho tiempo atrás” en el marco de la política de infancia en la ciudad.

El funcionario precisa que el traslado comienza con un proceso de transición entre las secretarías de Integración Social y de Seguridad que terminará en 2026, ya con las comisarías fortalecidas en su operación.

Es decir que durante los próximos dos años se empezarán a implementar los cambios, se fortalecerán y se hará el traslado gradual de esos organismos. Al final todas las comisarías deberán quedar adscritas a Seguridad.

Dicho traslado “implica que la Secretaría Integración Social se concentrará más en la política de prevención de violencias en el contexto familiar. Y la Secretaría de Seguridad, a atender al restablecimiento de derechos y a las medidas de protección de las personas que han sido víctimas de violencia en el contexto familiar. Así nos dividiríamos esto y tendríamos una cosa mucho más acorde con la naturaleza de cada secretaría”, explica el Secretario.

Esta no es la primera vez que en la capital se plantea el traslado de las comisarías de familia de una entidad distrital a otra. 

En un principio pertenecían a la Secretaría de Gobierno y a partir de 2002 sus funciones fueron entregadas al Departamento de Bienestar Social (DABS), que desde 2007 se convirtió en la Secretaría de Integración Social.

Ahora, el traslado a la Secretaría de Seguridad no es un simple cambio de una entidad a otra, según Angulo. Contempla el fortalecimiento de estos organismos.

Lo que se proyecta, de acuerdo con el funcionario, es que aumente el número de equipos comisariales que tiene cada comisaría en la ciudad.

Esos equipos son las personas encargadas de prestar la atención a quienes acuden a los servicios de las comisarías. 

Un equipo comisarial está conformado por un abogado o comisario de familia, otro abogado que puede cumplir la función de secretario de despacho, un profesional en psicología, un profesional en trabajo social o en desarrollo familiar y un auxiliar istrativo, entre otros.

Aunque se estima que lo ideal es que haya 82 equipos en la ciudad, el objetivo, por ahora, es crear 15 más, para que pasen de 52, que son las que existen hoy, a 67. 

“Que vayan a pasar a la Secretaría de Seguridad no quiere decir que no vayamos a hacer nada, van a crecer de 52 a 67”, precisa Angulo.

Pero además, el traslado se aprovechará para formalizar la planta de personal, conformada por alrededor de 600 personas. Un 60 por ciento esas personas se encuentran contratadas por prestación de servicios.

“Eso es muy importante porque les genera estabilidad a estos equipos comisariales y mejora la calidad del servicio”, dice el Secretario, quien, no obstante, señala que significa también que hay que buscar donde ubicar a esas personas y mayor presupuesto.

De hecho, la formalización de ese personal se calcula que tiene un costo de alrededor de 26.400 millones de pesos por año. En el proyecto de plan de desarrollo se están destinando 63.221 millones de pesos para las comisarías en el cuatrienio.

La meta de aumentar el número de comisarías de familia en Bogotá está también relacionado con la violencia que se vive dentro de las familias, en especial contra niños y niñas, y que preocupa a las autoridades. 

Por ejemplo, según el Secretario, el abuso sexual en niños, niñas y adolescentes en el contexto familiar presenta un incremento del 240 por ciento en los últimos años.

"Este crecimiento y la robustez de las comisarías también hace referencia a esta problemática. Pero aquí el tema clave no solamente es que las comisarías pasen a la Secretaría de Seguridad, sino qué vamos a hacer en Integración Social, porque al final, las comisarías lo que hacen es atender las denuncias y los casos usted los soluciona previniendo, haciendo que no ocurran", asegura.

Agrega que desde la entidad se está proponiendo concentrarse en la política de prevención de la violencia en el contexto familiar y que por eso la meta en este aspecto en el plan de desarrollo es que la Secretaría de Integración lidere el plan de acción distrital de prevención del abuso sexual en niños, niñas y adolescentes y el reporte único de abuso sexual en esas poblaciones, tanto en presuntos casos como en casos judicializados.

La Secretaría, insiste Angulo, quiere enfocarse en el contexto familiar, en el entorno familiar de todos los beneficiarios de la política social en Bogotá, para poder tener una estrategia de prevención. 

"Hoy en día las rutas existen, existe la de la Secretaría de Educación, la de la Secretaría de Salud, la de Integración Social, la del ICBF, la de Medicina Legal, pero son rutas que están separadas. En el Distrito no tenemos una ruta unificada", concluye el funcionario.

GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ
​Editor de Bogotá
​En X: @guirei24
Redacción EL TIEMPO