La escombrera, asentada en la carrera 50 con avenida Simón Bolívar de Cal, ha sido objeto de controversia hace más de una década.
Varias istraciones del Distrito han anunciado su final, pero no se concreta. El actual gobierno propuso una estación de transferencia en el oriente, pero no logró acuerdo con comunidades.
El cono vial, en el cruce de la avenida Simón Bolívar con carrera 50, se fue gestando una escombrera informal, que fue ganando terreno y se fue alargando frente a barrios como Ciudad Córdoba, Brisas del Limonar y Mariano Ramos. Eso fue después de junio de 2008 cuando se cerró el basurero de Navarro.
En el sector se han presentado protestas de vecinos por la situación que representa riesgo, además de permanente contaminación por partículas y olores.
Este lunes fueron los chaneros, como se conoce a quienes recibieron carros a cambio de carretillas de tracción animal.
Allí estaba Uriel Fernando Ariza, gerente de la Asociación Ecoambiental de Cali, que agrupa a quienes tienen los carros que fueron entregados en el programa de sustitución de carretillas.
"Es el cuento de nunca acabar en la estación de transferencia. Hay una sentencia de cierre, pero mientras tanto es obligatorio garantizar la evacuación de escombros
"Es el cuento de nunca acabar en la estación de transferencia. Sabemos que la cobija una sentencia de cierre para que con su traslado no se afecte la comunidad. Mientras que eso se presenta, es obligatorio garantizar la evacuación de escombros. Pero la istración solamente espera que se sature de materiales de construcción", dijo Ariza.
Anotó que "se espera a que la comunidad y los mismos chaneros se les vengan encima para poner cartas en el asunto. Ya tenemos aquí casi 16.000 metros cúbicos y no hay donde depositar más materiales. si lo hacemos en zonas aledañas vamos causar afectación a la población".
Ariza, quien aseguró que entienden la queja de la comunidad, dijo que "queremos ser responsables con el medio ambiente como es el lema de nuestra organización. Pedimos un manejo adecuado a estos residuos para que no sean solo llevados a un sitio de disposición final y enterrados. Hemos pedido que se ubique un nuevo sitio, pero que sea tecnificado donde se pueda hacer aprovechamiento. No seguir amontonando para después irlos a enterrar"-.
El sitio se fue convirtiendo en la ‘escombrera de la 50’ en las últimos 15 años. La Unidad istrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) anunció el año pasado que se aplicaría un cierre gradual.
Se planteó que sería en el sector de Pízamos, oriente local, donde operaria una estación para el aprovechamiento de los residuos de construcción y demolición para producir eco-materiales, sin que se reciclarán residuos ordinarios.
La meta era aprovechar 6.000 toneladas en una planta destinada al tratamiento para producir bases, sub-bases y demás eco-productos de valor agregado con estos materiales. Pero residentes en el sector rechazaron la posibilidad y el tema sigue pendiente de una definición.
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