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Alarma en Cali por aumento de uso de menores en actividades delictivas
Una de las hipótesis es que son utilizados por bandas criminales para el comercio de drogas.
El ‘Calvo’ quería ser el patrón, teniendo bajo su mando a otros menores como él, en la zona montañosa de la comuna 20, de Siloé.
Allí, en lo alto de una de las zonas que aparece entre las más violentas de Cali, el joven, de 17 años, presuntamente estaba conformando una estructura delincuencial para extorsionar a comerciantes y tener el control territorial de la venta de estupefacientes en este sector de la llamada ladera caleña, en el suroccidente de esta capital.
Según el comandante de la Policía Metropolitana, general José Daniel Gualdrón, y el subcomandante William Quintero, mediante un trabajo del grupo de Investigación Criminal (Sijín) con la Fiscalía General de la Nación, las autoridades empezaron a pisarle los talones al ‘Calvo’ por denuncias e informaciones sobre su prontuario delictivo que empezó cuando tenía 15 años, el cual, incluye un homicidio cometido en este 2023, en el barrio San Fernando, del sur de la capital vallecaucana.
Ambos oficiales señalaron que sus dos primeros antecedentes los tuvo desde el 14 de julio de 2020 por presunto hurto. De ahí en adelante, según la Policía, el aprehendido, que hoy permanece en un centro de formación para infractores, ya estaba induciendo a otros menores para cometer lesiones personales, porte y tráfico de armas de fuego, y homicidio en la misma comuna 20.
El general Gualdrón coincide con el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, en que se está observando una tendencia marcada de instrumentalizar a menores para cometer delitos en la ciudad, entre ellos, asesinatos, lesiones, portes de armas y tráfico de drogas, exponiéndolos, además, a que no solo se conviertan en victimarios, sino en víctimas de asesinatos.
Es así que tras el crimen de una menor, de 17 años, cuando al mediodía del pasado 27 de abril salía de sus clases en el colegio, a manos de un hombre que la siguió y le disparó dos veces con silenciador en su cabeza, habría un ajuste de cuentas y microtráfico. Son dos de las hipótesis que están tomando fuerza dentro la investigación que las autoridades, entre Fiscalía y Policía, siguen adelantando. Este crimen sucedió en el humilde barrio Alto Jordán, también en la ladera de Cali.
El secretario Dranguet recordó el caso de un menor, de 16 años que, con dos adultos, habría participado en el asesinato atroz de dos hombres, cuyas cabezas fueron arrojadas a vías del barrio Petecuy, en el nororiente caleño, en julio de 2022.
De acuerdo con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entre el primero de enero de 2022 hasta el 24 de marzo de este año hubo 575 menores, entre adolescentes y jóvenes, en centros de formación para infractores, solo en Cali. De esos 575 casos, 88 fueron aprehendidos por la Policía Metropolitana de la ciudad en este año hasta mediados de marzo.
La Policía Metropolitana de Cali informó, además, que entre el primero de enero pasado y el 8 de junio de este 2023, la cifra iba por los 216 menores aprehendidos, no capturados, por el Código del Menor que atribuye sanciones distintas a las de un adulto para recibir orientación en un centro de formación para infractores.
La Policía de Cali informó, además, que entre el primero de enero pasado y el 8 de junio de este 2023, la cifra iba por los 216 menores aprehendidos
Además, el ICBF reportó que la situación es preocupante, si tiene en cuenta que la reincidencia de adolescentes en delitos es del 19,9 por ciento, en otras palabras, uno de cada cinco menores vuelve a cometerlos.
En 2022 hubo 782 menores aprehendidos en el departamento, según la Policía Valle, de los cuales, 460 correspondieron a Cali.
En 2021 se contabilizaron 846 adolescentes del Valle, en el sistema judicial.
Los principales casos por aprehensiones en el último año fueron por fabricación, tráfico y porte de armas, en un 25 por ciento, seguido por otro 25 por ciento en tráfico de drogas y un 20 por ciento por hurtos.
Panorámica de Cali. Foto:Santiago Saldarriaga. EL TIEMPO
Llegan a ser mandaderos y terminan en una organización criminal. Pero viene la pregunta de por qué están desertando de los colegios, por qué hay más pobreza en los hogares
Es así que bandas, como 'Los de Calimío', en la vulnerable comuna 21, en el oriente de Cali, utilizaban a menores para tráfico de drogas a domicilio, igual que lo hacían tres bandas más, los ‘Dakota’, los ‘Gemelos’ y los del ‘Hueco’, en el distrito de Aguablanca, también en el oriente.
En Roldanillo y La Unión, municipios del norte del Valle, una familia lideraba una banda delincuencial. El papá cometía homicidios, la mamá almacenaba la droga y el hijo, de 17 años era empleado para venderla. Todos los de estas estructuras fueron capturados para un total de 51 capturas hasta el pasado 7 de junio.
Para el Grupo de Infancia y Adolescencia de la Metropolitana de Cali, adolescentes desde temprana edad, muchos de ellos, desde los 13 y los 14 años están cada vez más involucrados en hechos delictivos con influencia de grupos delincuenciales que se aprovechan de sus condiciones de pobreza. Señalaron que cuando un menor delinque es necesario analizar qué pasa en su entorno, en su hogar y en su colegio.
El director ejecutivo de la Fundación Alvaralice, Juan Camilo Cock, considera que hay zonas de la ciudad, como en el oriente, donde hay muchas necesidades insatisfechas y donde grupos organizados ven una oportunidad de instrumentalizar a los menores, ya sea como ‘campanero’ (persona que vigila mientras otros cometen un delito) o para hacer mandados y así progresivamente.
El director del programa ‘Cali Cómo Vamos’, Marvin Mendoza, dijo que si bien los menores de edad representan el segundo grupo de víctimas en homicidios en la ciudad y que están siendo utilizados en el mundo del hampa, también se debe analizar que uno de cada cinco jóvenes ni estudia ni trabaja. “Es allí donde este grupo social se vuelve más vulnerable, llegan a ser mandaderos y terminan en una organización criminal. Pero viene la pregunta de por qué están desertando de los colegios, por qué hay más pobreza en los hogares”, anotó.
En otros casos de los menores utilizados para homicidios se recuerda el asesinato del periodista caleño Andrés Felipe Guevara, ocurrido a las 9:11 de la noche del 21 de diciembre de 2020, en el barrio Mariano Ramos, en el suroriente de Cali. El agresor tenía 16 años y hoy sigue en un centro para infractores.