El domingo 11 de julio fue la última vez que Jair Zapata vio con vida a su esposa. Junto con otro grupo de personas y guías, iba camino a la cima del nevado Santa Isabel, en el Eje Cafetero. Sin embargo, lo que iba a hacer una experiencia entre nieve y altura se volvió en algo fatídico.
Claudia María Zapata, una médica pediatra de 42 años de edad estaba de paseo con Jair. Ambos habían partido del municipio de Caldas, Antioquia, en el sur del valle de Aburrá, hacia Manizales para disfrutar de un plan con la naturaleza. El día sábado habían visitado el Nevado del Ruiz y esta vez se embarcaron para conquistar otra montaña.
Tras un viaje en camionetas 4x4 y más de tres horas de recorrido, comenzaron a pie el viaje cuesta arriba en el nevado Santa Isabel.
“Como vi que mi esposa estaba con su hermana tomándose fotos, iba feliz, me fui un poco más adelante. Le dije: ‘quédese ahí, hágale tranquila, disfrute del paseo, siga tomándose sus fotos y yo subí”, recuerda Jair.
Sin embargo, todo cambió cuando por la radio de los guías se escuchó que alguien se había desmayado en el grupo que iba atrás.
No hubo ninguna clase de primeros auxilios, no había un botiquín, no había una camilla, no había una bomba de oxígeno, no había absolutamente nada
“No me imaginé que era ella porque antes de eso sí se había desmayado otra persona, pero reaccionó. Cuando me devolví, vi a mi esposa tirada en el suelo, botando sangre, estaba vomitando y con sangre”, cuenta.
Desde allí comenzó una carrera contrarreloj cuesta abajo, un guía le hizo un masaje cardíaco a Claudia, no reaccionó y según cuenta Jair entre el grupo de personas y la hermana de la médica, la cargaron porque no había camilla.
“Llegamos a un campamento y había una casa de madera, allí hay un señor que es como un guardabosques y nos dijo: ‘hágale ligero que está muy mal’ ". Allí tampoco hubo auxilio.
Tras llegar a los vehículos que se habían habilitado para este paseo al nevado y tras un rápido recorrido se logró ubicar a una ambulancia. Pero según cuenta el esposo fue demasiado tarde. Llegaron a un hospital en Villamaría, en Caldas, pero a solo pocos minutos un médico le notificó a Jair que su esposa estaba muerta y el sintió que esas 5 horas de recorrido para salvar la vida de Claudia fueron en vano.
“Eso fue entre las 2:30 y 2:40 p.m. y Claudia llegó al hospital entre las 7:40 y 8: p.m.”, recuerda.
Para él, la muerte de su esposa fue una negligencia tanto por parte de los guías como de Parques Nacionales. “No hubo ninguna clase de primeros auxilios, no había un botiquín, no había una camilla, no había una bomba de oxígeno, no había absolutamente nada”, cuenta Jair, quien además adelanta las respectivas denuncias.
La muerte de la médica Claudia María Zapata no solo causó tristeza en el municipio de Caldas sino también en su hija de 11 años de edad y en la Universidad Cooperativa de Colombia en donde era profesora de cátedra.
DAVID CALLE
EL TIEMPO MEDELLÍN
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