Expertos piden más atención e inversión a las vías que pasan por Antioquia

La tragedia ocurrida hace poco menos de un mes en la carretera que conecta a Antioquia con Chocó reiteró la necesidad urgente de atención e inversión en algunos corredores viales del departamento.

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La agreste topografía antioqueña ha hecho que las vías construidas en algunos tramos expongan a los viajeros a condiciones complejas de movilidad aumentando el riesgo de tragedias por derrumbes.

Así lo indicó César Augusto Hidalgo Montoya, docente de la Facultad de Ingenierías de la Universidad de Medellín, quien afirmó que muchas de las vías departamentales están en estado crítico.

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El docente indicó, además, que si bien las entidades gubernamentales ya tienen mapeado los sitios de riesgo y que las zonas problemáticas están identificadas, aún faltan recursos para su debida atención.

“Se sabe que donde hay taludes muy altos, donde los suelos son menos competentes puede haber problemas que se pueden tratar con obras civiles. Hay forma de resolverlos o mitigarlos, pero el problema son los recursos. Si se siguen invirtiendo recursos importantes se puede llegar a que Chocó y Antioquia tengan una buena vía de conexión”, manifestó Hidalgo.

Sin embargo, para él, las cifras revelan escasez en la inversión para el mantenimiento y la mitigación de desastres en las carreteras, no solo de Antioquia, sino del país. El docente, quien analizó datos recientes de la inversión destinada a la infraestructura vial, opinó que esta ha sido insuficiente para abordar los crecientes problemas y riesgos asociados.

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En lo que concierne a Antioquia, la inversión en mantenimiento de carreteras ha sido considerablemente baja en comparación con las necesidades actuales, indicó el experto, lo que ha contribuido al deterioro acelerado de la infraestructura vial.

“Las carreteras en Antioquia, por muchas características, por la topografía, por la climatología, geología, entre otros, tienen situaciones de inestabilidad, más aún, cuándo hay temporadas de lluvia, principal causante de los movimientos en masa. Por ello, se hacen llamados a la acción como restringir el tránsito de vehículos, hacer estudios geotécnicos e hidráulicos para determinar cuáles son las características de los movimientos. Además, se debe determinar cuáles sistemas estructurales se deben implementar para llegar a unas condiciones que sean seguras y funcionales para los s de la vía”, precisó el docente.

La autopista Medellín-Bogotá en jurisdicción de San Luis es una de las zonas históricamente más afectada por deslizamientos de tierra, así como el tramo del sector Sinifaná y La Huesera, en el Suroeste antioqueño.

Precisamente en este último tramo, que hace parte de la Autopista 4G Pacífico 1, los movimientos en masa tienen afectado el proyecto, especialmente en el tramo Sinifaná, donde un evento de gran magnitud en 2019 tiene bloqueada la vía y, para su solución, se requieren hacer dos túneles que no estaban contemplados al inicio del proyecto.

Dichos recursos le fueron solicitados a la Nación, pero hasta el momento la respuesta no ha sido positiva.

Una situación similar se presentó en esta misma 4G, a la salida del Túnel de Amagá, en donde la concesión Covipacífico tuvo que hacer un ‘by’ a calzada sencilla mientras se busca una solución de fondo.

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Ante estas y otras situaciones que se presentan en las vías de Antioquia, Hidalgo opinó que es imperativo que se tomen medidas concretas para abordar estas preocupaciones de manera integral para evitar futuras tragedias en las carreteras.

“En los últimos años las carreteras que se han venido desarrollando y las obras están más orientadas a resolver estos problemas con obras estructurales con mejores trazados que tratan de evitar estas problemáticas comunes en vías antiguas”, afirmó el profesor, quien concluyó que la situación actual de las vías en Antioquia y Colombia “demanda una respuesta inmediata y decidida por parte de todas las autoridades competentes”.

ALEJANDRO MERCADO

EL TIEMPO - MEDELLÍN