Hay una historia fantástica de un muchachito que ayudaba en la economía de su casa, en su pueblo natal Urrao, tocando las puertas de los vecinos, ya fuera en el pueblo o en las veredas cercanas y lejanas, acudiendo a las tiendas, cantinas y a la plaza, para «hacerles el chance» a sus clientes en unos talonarios oficiales que necesitaban de un manchoso «papel carbón», para que quedaran copia y original.
El emprendedor chiquillo hacía esto en bicicleta y le agarró el gusto, tanto que se hizo profesional, es más, es quizás el ciclista antioqueño más famoso que hay en el momento.
Si a Rigoberto Urán le hubiera tocado vivir en este momento esa misma historia probablemente no sería la misma, pues la industria de las apuestas en Antioquia, ha evolucionado de una manera tan impresionante, que se puede clasificar sin lugar a dudas, como una de las más asombrosas transformaciones digitales que se han vivido en esta región.
«Yo diría que esta es una de las empresas que han tenido una de las mayores transformaciones en la última década en la cultura empresarial paisa. Nosotros empezamos en el 2006 cómo una empresa monoproducto y hoy por hoy somos un holding empresarial que está en diferentes sectores de la economía», comienza a relatar Oscar Pérez Agudelo, presidente ejecutivo ejecutivo del Grupo Réditos, una de las empresas que hace parte del libro Historias de Negocios Altamente Inspiradoras -Tecnología e Innovación-, que salió recientemente al mercado.
El Grupo Réditos, que comenzó en el negocio de juegos de suerte y azar, evolucionó hasta convertirse en un agrupación con tres filiales y la marca Gana que tiene una fuerte red transaccional que hace presencia en los 125 municipios de Antioquia, dirigida a consumidores de lo que conocemos como la base de la pirámide.
Uno más uno igual a ¿dos?
Eso implicó poder constituir una compañía con una diversificación de portafolio y con una filosofía empresarial muy poderosa en el mercado.
Para dar un poco de contexto con respecto a lo que dio origen a Grupo Réditos, debemos retroceder en el tiempo, hablamos del primer decenio del siglo XXI, para echar un vistazo a una época en la que el mundo de las apuestas y los juegos de azar en Antioquia, se vivía en un mercado de competencia abierta asumido por varias empresas de todos los tamaños.
En algún momento las condiciones del mismo los hizo replantear su función y subsistencia, así que decidieron unir fuerzas.
«Eso implicó poder constituir una compañía con una diversificación de portafolio y con una filosofía empresarial muy poderosa en el mercado. Y desde la constitución como grupo en el 2016, ya nos dio la posibilidad de crear una estrategia de holding que nos permitió estar en otros sectores de la economía», reseña el presidente ejecutivo del Grupo Réditos.
Pasar de lo análogo a lo digital requirió de un esfuerzo y un acuerdo de voluntades muy grandes. Cruzar de un lado al otro no fue fácil, pero además, valió una cuota adicional pues la competencia para algunos de los servicios del portafolio, no tuvo que transformarse, sino que nació digital.
Un ejemplo claro son las fintech. «Nosotros tuvimos que aprender que la innovación y la transformación digital, no son objetivos de la empresa, sino que son habilitadores inductores de valor, por lo que serán vehículos que nos permitirán ese cumplimiento misional en la organización», dice Oscar Pérez.
Sabemos que la pandemia obligó a muchas empresas a empezar apenas una transformación digital, pues no habían hecho la tarea, y esas tuvieron que sufrir mucho.
Grupo Réditos ya se estaba preparando desde años atrás y lo que terminó haciendo, fue reforzando lo que ya tenían claro se debía hacer. Cuando el empresariado logra unir esfuerzos los resultados son extraordinarios, y ver los alcances de lo que ha logrado el grupo en estos cortos años, demuestra que las matemáticas no son una ciencia exacta al aplicarse en este tema, pues aquí uno más uno no suma dos, multiplica por mil.
«Hacer esto suena muy bonito, muy sencillo, pero detrás hay una cantidad de egos empresariales, enormes, que dificultan las cosas. Superar eso es lo que ha logrado este grupo, para constituir una gran compañía de un monoproducto, que pasó a convertirse en uno de los grandes jugadores en el contexto de redes de servicios en el departamento», remarca con orgullo el presidente ejecutivo Oscar Pérez.
¿A qué se debe esta transformación?
Para llegar a ser reconocidos como líderes en el campo de la transformación digital, es fácil pensar que lo que se hizo fue una gran inversión en adquisición de activos tecnológicos, claro, para pasar del mundo análogo al digital se requiere de este tipo de acciones, pero sin el componente más importante que es el que activa todo esto, sería imposible.
«Nosotros entendimos que lo más importante de la transformación digital, más allá de la técnica, es la transformación cultural de nuestra gente. Las personas finalmente son las que logran hacer esta transformación, son los seres humanos los que le dan sentido a la tecnología», declara convencido el presidente ejecutivo del grupo.
Desde su directiva, este grupo de emprendedores paisas han sido muy precavidos e inteligentes en reconocer, que la tecnología per se, no es lo que hace competitiva a una empresa.
«Tanto innovar como tener transformación digital tienen que tener unos misionales poderosos dentro de la organización, pero tenemos que agregar valor, darle trascendencia y un sentido superior a todo lo que el grupo hace, para que esto genere un compromiso en el ser humano que lo compone», agrega Oscar, haciendo énfasis marcado en las palabras: ser humano.
Hablar con Oscar Pérez de su trabajo con la compañía es una delicia para el que sabe escuchar, pues es un hombre apasionado por lo que hace, que está completamente enamorado del impacto que generan todas y cada una de las empresas que conforman el holding, en las personas. Su discurso está poblado de buena energía, de amor por el cambio positivo y se le escucha constantemente, hacer referencia al ser humano como principio y fin de todo.
«istrar una organización, es verdaderamente istrar el talento humano, lo demás es consecuencia, por eso lo más importante para nosotros, es trabajar en nuestra cultura», concluye Oscar Pérez Agudelo, el presidente ejecutivo de Grupo Réditos.
JUAN CARLOS YEPES
PARA EL TIEMPO