Secretos y técnicas de restauración para las murallas de Cartagena

La Ciudad Heroica, patrimonio de la humanidad, enfrenta hoy el mayor escándalo sobre restauración.

EL TIEMPO consultó a Albero Samudio, experto en restauración, quien entregó algunos secretos sobre el patrimonio. Foto: John Montaño / EL TIEMPO

PERIODISTA21.08.2021 16:39 Actualizado: 21.08.2021 17:45

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El cordón en piedra que conforma el Fuerte de San Sebastián de Pastelillo, en el barrio Manga, amaneció el pasado jueves con dos tipos de muralla.

Una parte es la fortaleza en piedra de más de cuatro siglos de historia, y que fue la mayor protección de la ciudad contra los ataques de piratas y corsarios. El color y textura del lienzo en roca, con el mar caribe como telón de fondo, remiten al visitante a un pasado cargado de glorias y tragedias: es un diálogo silencioso con la historia y el patrimonio de los colombianos.

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Aplicaron un procedimiento equivocado para eliminar la costra negra, o también llamados hongos, que nacen en el fuerte y la garita debido a la exposición al aire libre.

En el mismo fuerte, hay otro fragmento de muralla totalmente liso y de color amarillo que parece pertenecer una moderna edificación. Un muro frío que nada cuenta.

Este es el colosal error del Club de Pesca, en el barrio Manga, que intervino con pañete y pinturas, blanca y amarilla, parte de la muralla centenaria, que más que un cordón de piedra, es un legado de la historia de Cartagena.

La Ciudad Heroica, patrimonio inmaterial de la humanidad, enfrenta así el mayor escándalo, después de la penosa torre de ‘Aquarela’, que hoy se levanta a una cuadra del emblemático Castillo de San Felipe de Barajas.

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El Club de Pesca tiene un plan de mantenimiento desde el año 2014, propuesto por el arquitecto Samudio y avalado por el IPCC Foto:John Montaño / EL TIEMPO

No aplicaron técnicas correctas de restauración

obras costosas que fueron asumidas por el Club de Pesca

El arquitecto Alberto Samudio es un respetado experto en las murallas de Cartagena, y quien precisamente ha liderado importantes intervenciones al Fuerte de San Sebastián del Pastelillo, en el pasado.

Él explica lo sucedido en las fortificaciones de Manga.

“Aplicaron un procedimiento equivocado para eliminar la costra negra, o también llamados hongos, que nacen en el fuerte y la garita debido a la exposición al aire libre. Solo con lavarlo con agua y jabón, con un cepillo, hubiera sido suficiente. Ellos no siguieron mis procedimientos”, le dijo Samudio a EL TIEMPO.

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Restaurante del Club de Pesca Foto:John Montaño / EL TIEMPO

Para estos casos se debe aplicar una técnica con mortero de cal y arena, que luego se recubre con resina vegetal. Esta resina se saca de la corteza del árbol de Guásimo, que se da mucho en Cartagena

Samudio fue el restaurador de este fuerte durante dos décadas, pero hace dos años dio un paso al costado para abrirle espacio a otras generaciones.

Con Samudio al frente, en el fuerte se hicieron varias intervenciones estructurales y la restauración de pisos y pañetes… “obras costosas que fueron asumidas por el Club de Pesca”, dice.

Cuando dejó el cargo, entregó un manual para el mantenimiento de la fortificación que no fue tenido en cuenta en esta oportunidad.

“No aplicaron el manual”, señala.

Esta resina se saca de la corteza del árbol de Guásimo. Luego de ser cocinada se aplica a la cal, casi húmeda, lo que permite una capa de protección para la muralla, sin afectar su contextura

“Para estos casos se debe aplicar una técnica con mortero de cal y arena, que luego se recubre con resina vegetal. Esta resina se saca de la corteza del árbol de Guásimo, que se da mucho en Cartagena. Luego de ser cocinada se aplica a la cal, casi húmeda, lo que permite una capa de protección para la muralla, sin afectar su contextura”, añade.

Esta técnica de conservación es la que, según el experto, se aplica no solo en otras fortificaciones de Cartagena para protegerlas del salitre, el viento y la humedad, sino además en ciudades de Europa como Roma y Venecia, donde el patrimonio también es amenazado por el hongo negro.

Sin embargo, para los contratistas del club de pesca fue más obvio pañetar y pintar.

“Hay que retirar esa capa de pintura de forma manual o con chorro de vapor a baja presión, pero sin dudas va a quedar como estaba, porque ese estuco no se ha adherido totalmente, y es posible desprenderlo con relativa facilidad”, sostiene el arquitecto.

¿Cómo se va a solucionar?

"El informe preliminar de los arquitectos de patrimonio evidencian que efectivamente hay afectaciones al patrimonio cultural nacional de nuestras murallas. Por ello hemos acordado una ruta de trabajo para iniciar el proceso de restauración la próxima semana”, señaló desde Cartagena, la Ministra de Cultura, Angélica Mayolo Obregón.

Las obras restaurativas, que deben ser liderada por Samudio, se deben entregar a más tardar el 29 de octubre, y serán financiadas en su totalidad por el Club de Pesca.

"Solamente el Ministerio otorgará los permisos para esta intervención y autorizará los elementos y materiales a usar, así como las técnicas restaurativas que se deben aplicar”, explicó la ministra.

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Según Saia Vergara, directora del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, IPCC, dice que hay una voluntad decidida del club de pesca de reparar el error.

“Ellos deben presentar un proyecto de restauración para este bien de interés cultural, el cual debe regresar a su estado original. Este proyecto debe ser avalado por el arquitecto restaurador Alberto Samudio”, señaló Vergara al término de una reunión con una delegación del Ministerio de Cultura, y las directivas del Club de Pesca.

La funcionaria recordó que el Club de Pesca tiene un plan de mantenimiento desde el año 2014, el cual fue propuesto por Samudio y avalado por el IPCC, sin embargo, la gerencia del Club de Pesca señala que el contratista utilizó materiales no adecuados.

John Montaño

Corresponsal de EL TIEMPO

Cartagena

En Twitter: @PilotodeCometas