En el municipio El Charco y en veredas localizadas en las riberas del río Tapaje, en Nariño, viven confinados.
Son más de 40.000 habitantes que tienen miedo y hambre.
No llegan alimentos por ni ríos en la región ni por el mar, como el medio para hacerlo, principalmente.
El transporte fluvial está suspendido desde hace dos semanas, cuando se agravó el orden el público en esta localidad del litoral del departamento.
Locales de comerciantes están cerrados desde hace dos semanas y algunos abren de manera intermitente.
La población está rodeada por una guerra sin cuartel entre ilegales y 'narcos' que se disputan el territorio de cultivos ilícitos. Pero también está en medio de un fuego cruzado, entre estos grupos armados organizados y el Ejército.
Al tiempo hay señalamientos de algunas de las comunidades hacia soldados por presuntos excesos de fuerza.
Mientras tanto, autoridades buscan en el casco urbano de El Charco a quienes provocaron un incendio en la casa del alcalde Víctor Candelo.
Las llamas se iniciaron en el primer piso de la vivienda, donde hay una droguería y se extendieron hasta el segundo nivel. Allí, el mandatario y su familia descansaban, entre ellos, su hijo, su esposa y dos nietos. El atentado sucedió en la madrugada del viernes.
El mandatario cumple una medida de detención domiciliaria, mientras avanza un proceso judicial por incurrir en presuntos hechos de corrupción. Fue detenido en septiembre de 2021.
Dijo que no entiende el porqué de este ataque hacia él y pide a sus agresores no involucrar a su familia.
Así mismo, el alcalde encargado de esa localidad, José Denis Obregón y el secretario de Gobierno municipal, Franklin Yesquen Hinestroza, manifestaron que el temor y el malestar de la comunidad se registra, sobre todo, en la vereda Agua Prieta por acciones de ilegales, pero también por la presencia del Ejército. Esta población teme que la presencia de los militares los ponga aún más en riesgos.
Obregón dijo que hay hambre, porque no llegan alimentos a toda la población.
El malestar de los pobladores se hizo más evidente desde el 25 de enero, cuando realizaron una protesta pacífica para solicitar el retiro del Ejército del municipio, de manera inmediata.
Desde ese día, se produjo el cierre del comercio. En la Alcaldía y en otras entidades oficiales, el funcionamiento es a media marcha.
Igualmente, estudiantes de escuelas de la zona rural dejaron de asistir a clases y lo que es aún más grave “se anuncian posibles desplazamientos desde la zona rural al casco urbano, lo que podría generar un caos y más desabastecimiento de alimentos, debido a que no están ingresando embarcaciones al municipio”. Así lo reiteró el alcalde encargado.
Obregón sostuvo que se impulsarán las acciones pertinentes para generar espacios de diálogo con las comunidades, por lo que hizo un llamado a los consejos comunitarios, resguardos indígenas y organizaciones defensoras de los derechos humanos a construir procesos de concertación que eviten la alteración del orden público con actos de violencia.
Ante la difícil situación en ese municipio nariñense, la Gobernación de Nariño adelantó un consejo extraordinario de seguridad, en el que se tomó la decisión de instalar una mesa de diálogo con los distintos actores sociales y así alcanzar una solución concertada al conflicto.
El secretario de Gobierno de Nariño, Amílcar Pantoja, dijo que las autoridades civiles con los organismos de socorro realizan un seguimiento detallado de la situación en El Charco.
¿Qué dice el Ejército?
El Comando de la Fuerza de Tarea Conjunta de Estabilización y Consolidación Hércules informó que el 20 de enero tuvo conocimiento de que la comunidad de algunas veredas de Alto Tapaje, supuestamente, habría tenido intención de efectuar una asonada contra la Fuerza Pública.
También informó que el pasado 23 de enero, en la vereda El Supi, las tropas del Batallón de Operaciones Terrestres No. 15 realizaban control militar de área y "fueron rodeados por la comunidad, manifestando su rechazo por la presencia de las unidades militares".
El Ejército informó que habría"constreñimiento de la estructura 'Franco Benavides', de las disidencias de las Farc". Que este constreñimiento es sobre la comunidad, buscando que esté renuente y presionando su salida del territorio.
Según el comunicado del Ejército, este grupo armado ilegal "tiene la intención de evitar que las tropas mantengan su avance hacia puntos nodales, donde existe una fuerte presencia de todos los eslabones de la cadena del narcotráfico".
El Ejército indicó en la misiva que sus acciones obedecen a dar cumplimiento a su deber constitucional de respetar las leyes, garantizar la seguridad de los ciudadanos y de mitigar los riesgos a los pobladores, atendiendo la alerta temprana No. 080 de 2018 de la Defensoria del Pueblo.
Esta alerta advierte sobre una situación de vulneración de derechos humanos en El Charco.
Igualmente se enfatizó en que las tropas del Comando Operativo Pegaso y la Brigada de Infantería de Marina No. 4 continuarán adelantando operaciones militares en esa región del Litoral Pacifico de Nariño, "orientadas a defender la soberanía, la independencia, la integridad territorial y a proteger a la población civil".
PASTO